El juego en la era de los nativos digitales
La forma de jugar se ha transformado. Hoy, los niños acceden a dispositivos tecnológicos para divertirse, mientras enriquecen sus conocimientos, desarrollan su capacidad intelectual, aprenden otro idioma y se comunican.
La relación con estos dispositivos puede resultar nociva si es excesiva. Con regulación, los juegos educativos, mediados por la tecnología, pueden tener beneficios: constituyen una forma de aprendizaje, desarrollan la coordinación óculo-manual y motora en general, fortalecen las habilidades cognitivas y la representación simbólica, y ayudan a solucionar problemas con la toma de decisiones. Además, les permiten a los niños desarrollar habilidades socioemocionales relacionadas con las interacciones entre los jugadores, la actuación por turnos y el seguimiento de instrucciones.
A pesar de que la tecnología puede estar al servicio del desarrollo de las habilidades del niño, Ángela Marcela Baquero, profesora de la Licenciatura en Educación Infantil, señala: “Los padres y profesionales encargados de este proceso son quienes deben mantenerse actualizados en los avances de la tecnología para conocer las alternativas que esta ofrece, de acuerdo con la edad del niño y los objetivos que quieren alcanzarse”.
Así como las tecnologías tienen grandes ventajas, su uso desmedido y los contenidos inadecuados pueden causar alteraciones en el desarrollo de los niños. Por lo tanto, deben tenerse en cuenta tres aspectos fundamentales en el acompañamiento correcto y educativo de los niños al usar los dispositivos tecnológicos.
1. Conocer: Es necesario que los padres conozcan y entiendan los medios audiovisuales, así como las aplicaciones, páginas web y redes sociales.
2. Proteger: Hay que establecer estrategias que protejan a los niños de los riesgos vinculados con el empleo inadecuado, como delimitar el número de horas y definir horarios y el tipo de programas que pueden ver o de páginas web a las que pueden acceder.
3. Educar: Es importante apoyar a los niños en la comprensión del funcionamiento de las tecnologías, en la formación del criterio para seleccionar contenidos e identificar manipulaciones y otros riesgos.
Recomendaciones para el uso adecuado de dispositivos tecnológicos:
- Los niños menores de 2 años no deben tener contacto con los dispositivos, ya que en edades tempranas pueden implicar retrasos en el desarrollo y el aprendizaje.
- Los niños mayores de 2 años pueden usar dispositivos en un promedio de 30 a 60 minutos al día.
- Las aplicaciones deben contribuir al proceso de escolarización o estimular alguna habilidad.
- Los niños no deben estar solos cuando manejen los dispositivos.
- Hay que fijar lugares y momentos libres de dispositivos.