De Teletón a Clínica Universidad de La Sabana: La evolución de la marca

La definición de una marca es trascendental, especialmente cuando se trata de una institución que ha evolucionado hasta convertirse en un punto de referencia de atención en salud. El nombre que lleva aporta nociones clave sobre la identidad de esa organización, de los servicios que presta y de lo que la hace única. Por eso, un hito relevante en la historia de la Clínica Universidad de La Sabana fue ese momento en que adquirió este nombre dejando atrás el que la asoció, durante dos lustros, con la Fundación Teletón. 

 

En 1997, inició el convenio suscrito entre la Fundación Pro-Rehabilitación del Minusválido Teletón y la Universidad de La Sabana, que señalaba que la Universidad debía mantener el nombre Teletón con el que había sido fundada la fundación en 1982.  

 

Se trata de una marca de talla internacional, por cuanto el nombre Teletón nació en Chile en 1978 y migró a diferentes países, entre ellos Colombia, para difundir su iniciativa a través de la cual se recogían fondos con una transmisión televisiva de 72 horas, para apoyar a pacientes en situación de discapacidad. La popularidad que había ganado este nombre, además del interés de sus fundadores por continuar con las bases del proyecto del que había surgido, llevó a que el primer nombre de la Clínica, en administración de la Universidad de La Sabana, fuera Clínica Puente del Común -Centro Nacional de Rehabilitación Teletón.  

 

Con el paso de los años, la Clínica fue ampliando su portafolio de servicios, siendo referente en términos de rehabilitación, pero abriéndose campo en la atención en más de 32 especialidades. Por eso, en 2001 empezó a ser conocida como Clínica Universitaria Teletón. El término universitaria implicaba el compromiso de “demostrar que uno puede hacer las cosas bien con estudiantes y que la calidad se impone también con todo ese andamiaje educativo que tiene una clínica universitaria”, reflexiona Enrique Bayer, quien fue el primer gerente general de la Clínica. 

El reto de posicionar la nueva marca 

  
“¿Me deja en Teletón?”, le pregunta de un joven al conductor del bus intermunicipal. Busca llegar a la Clínica Universidad de La Sabana, que, desde hace décadas, es un punto de referencia espacial, en medio de la Autopista Norte, en camino hacia Bogotá, para los usuarios del transporte público. Hace ya 13 años que ese lugar tiene un nuevo nombre, pero tanto este pasajero como muchos otros ciudadanos siguen llamándolo Teletón por tradición. 

 
Así lo manifestó Mauricio Rojas, ex Vicerrector de Desarrollo de la Universidad de La Sabana, quien dice que “Teletón es una marca muy poderosa”. Él recuerda que parte de las iniciativas que se plantearon en años pasados, para propiciar el posicionamiento del nuevo nombre de la Clínica, fue pedir apoyo de INVIAS para que reemplazaran los avisos en la autopista que indicaban cuál era el retorno para la “Clínica Teletón”. 

 

El doctor Juan Guillermo Ortiz, ex director general de la Clínica, también piensa que esa ha sido “la marca más difícil de mover”. “Teletón es una marca corta, una marca que tiene una asociación histórica en Colombia con rehabilitación y con discapacidad”, plantea el Especialista en Ortopedia y Traumatología. La razón por la que el nombre pasó a Clínica Universidad de La Sabana fue la finalización del convenio en 2008 entre esa Fundación y la Universidad. A partir de ese año, la Universidad fue la propietaria de la Clínica. “Llegamos a un acuerdo de cómo íbamos a disolver la alianza, entonces eso supuso que ya no podíamos seguir utilizando la marca Teletón, porque Teletón quería usarla en otros escenarios”, explica Obdulio Velásquez Posada, quien fue rector de la Universidad de La Sabana entre 2006 y 2020. 

En 2011, cuando asumió la dirección de la Clínica el doctor Juan Guillermo Ortiz se plantearon otras alternativas para designarla. Entre ellas, surgió la idea de denominarla igual que la Universidad. Para Álvaro Mendoza, ex rector de la Universidad de La Sabana, ese nombre, “lejos de ser una denominación, es una impronta profunda que significa un modo de ser, un modo de hacer, un modo de servir". 

 

Lo mismo opina el doctor Bayer, quien plantea que la importancia de ponerle ese nombre no se limitaba únicamente a denotar que era propiedad de la Universidad, sino que comunicaba el compromiso de la institución con un servicio de salud humano y de la más alta calidad. “Era decir que estábamos poniendo el dinero, el corazón, nuestro ADN, nuestra manera de ser, para desarrollar todo un esquema propio de salud que fuera disruptivo y diferente a lo que se estaba acostumbrada la ciudadanía en general”, plantea el director de la Asociación Amigos Unisabana.  

 
Al respecto, el doctor Juan Guillermo plantea que, en ese sentido, el cambio de la marca representó un reto, pues el proyecto educativo institucional de la Universidad debía permear la dirección de la Clínica, así como cada interacción entre las personas dentro de ella: “Eso implicaba lograr que la atención centrada en el paciente la entendieran los profesores y los estudiantes”. 

 

Es por eso por lo que el nombre Clínica Universidad de La Sabana señala un nuevo capítulo en la historia de la Clínica, uno en el que la excelencia en la atención, el enfoque académico y la identidad institucional se entrelazan para ofrecer un cuidado integral y de calidad del paciente. 

 

Campus del Puente del Común, 31 de enero de 2025