Cuidados paliativos: una deuda que tiene Colombia

En el Día Mundial de los Cuidados Paliativos, los indicadores del Observatorio del Cuidado Paliativo siguen evidenciando la realidad de un país que continúa luchando contra el rezago en la materia. Estas son las cifras más contundentes.
Desde hace años la Ley 1733 del 2014 ha velado por la regulación de cuidados paliativos en el país. Lo anterior supone que todos colombianos, una vez han sido diagnosticados con una enfermedad terminal o crónica, pueden acceder a estos servicios, entendidos como una serie de cuidados “donde el control del dolor y otros síntomas, requieren, además del apoyo médico, social y espiritual, de apoyo psicológico y familiar, durante la enfermedad y el duelo”.
Aunque las leyes existen, y todo colombiano puede en cualquier fase de su enfermedad, acceder a estos cuidados para que se le garantice su calidad de vida hasta el último momento, el desconocimiento y la infraestructura de un país fragmentado por factores sociales y geográficos, aún hacen que el acceso esté lleno de desafíos.
Sin embargo, desde que se promulgó la Ley de cuidados paliativos en Colombia el país ha tenido un desarrollo importante. No obstante, el Observatorio Colombiano de Cuidados Paliativos, insiste en que los retos continúan y van desde el acceso al servicio, la facilidad para obtener los medicamentos y la necesidad de contar con profesionales de la salud educados en la materia.
Acceso a los servicios
“En la actualidad hay una gran disparidad entre las diferentes regiones del país, lo que hace que haya inequidad en estos servicios con respecto a las personas que viven en zonas rurales y alejadas. Colombia cuenta con una gran cantidad de recursos que logran un desarrollo y una integración de cuidados paliativos. Hay políticas públicas y servicios especializados, pero son insuficientes. Hay una proporción de 0.2 servicios por cada 100.000 habitantes, cuando el indicador mundial son 2 servicios por cada 100.000 habitantes”, cuenta la doctora Marta Ximena León, jefe de Departamento de Anestesia, Dolor y Cuidado Paliativo de la Universidad de La Sabana.
Tal realidad se hace también evidente a través del Mapa de servicios de Colombia, que indica que mientras en una ciudad como Bogotá hay 1.50 servicios por cada 100 mil habitantes, en regiones como Guainía, Vichada, Vaupés, Amazonas, el servicio es de cero.
“Son regiones desprotegidas de todo, entonces no hay cuidados paliativos. Si vamos a ver, son regiones con muchas carencias. Hay presencia de grupos armados, casi no hay educación para las personas, la salud es inadecuada y las personas no tienen acceso a muchos servicios. Si uno plantea el escenario de un paciente con cáncer que quiere acceder a los servicios de salud y tiene que viajar a Bogotá para someterse a un procedimiento, que quizás también lo va a dejar incapacitado y traslada esos costos al sistema de salud, esto supondría sumas de dinero muy grandes”, explica la doctora.
En ese sentido, desde el Observatorio de Cuidados Paliativos, uno de los retos importantes es la presencia de personal de la salud en capacidad de atender a los pacientes más distantes. Para ello, universidades como La Sabana, han hecho una apuesta importante. No solo incluyendo en los programas de pregrado y posgrado una materia en cuidados paliativos, que pretende instruirlos en los aspectos más relevantes, sino que a la vez ofreciendo la Especialización en Medicina del Dolor y Cuidados Paliativos para que los médicos lleguen con el conocimiento a las regiones más alejadas del país.
“En cuanto a educación tenemos programas de medicina con formación en cuidados paliativos, un 11% de los programas de Medicina tienen formación en cuidados paliativos en diferentes áreas. En cuanto a enfermería, el 27% de los programas tienen algo de formación en cuidados paliativos. A nivel nacional existen diez programas de especialización en cuidados paliativos y en Medicina. Existen tres programas de formación de especialización para Enfermería y un programa de especialización para Psicología. En el campo de la educación todavía tenemos un gran trabajo por delante porque aunque hay formación en los pregrados de las profesiones en salud y en los postgrados todavía estamos cortos”, explica la doctora.

El acceso a los medicamentos
Tras la emisión de la circular 022 del 19 de abril del 2016, que garantiza la distribución y disponibilidad de opioides las 24 horas del día, los siete días de la semana, el acceso de medicamentos, como la morfina, hidromorfona y oxicodona aunque en la teoría están disponibles, su acceso, es diferente.
“Uno de los síntomas más importantes de estos pacientes es el dolor, por lo tanto el consumo de estos medicamentos es muy importante. Colombia tiene un consumo de 6.5 miligramos per cápita por año, reportado para para el 2020, lo cual está por debajo de la media mundial lo que sigue indicando que tenemos una disponibilidad de medicamentos para manejar el dolor, pero la disponibilidad es baja y además está concentrada en las grandes ciudades”, comenta la doctora León.
Esto lo reitera el Observatorio de Cuidados Paliativos por medio de sus tablas de consumo de opioides por región. De tal manera que cuando el consumo per cápita a 2024, en una región como el Amazonas fue de 0.19 ml; Guajira, 0.5 ml; Chocó, 0.6 ml; Vichada, 0.22 y Putumayo 0.2 ml, en contraste con Bogotá, Valle del Cauca, Antioquia y Santander, el consumo es significativo con 18.12 ml, 7.15 ml, 9.8 ml y 5.3 ml, respectivamente.
Lo anterior, solo supone la necesidad de dar continuidad a una lucha por garantizar un acceso equitativo y de calidad a estos servicios, un desafío inminente que hace fundamental que todos los actores involucrados —gobierno, instituciones de salud, universidades y la sociedad civil— se unan para implementar estrategias efectivas que aseguren que cada colombiano deje a un lado el dolor, haciendo valer el derecho y la oportunidad de recibir unos cuidados paliativos íntegros hacia el final de la vida.
Artículos relacionados
Lörem ipsum lalig kros, mikrost diligen, Odellplatta inte dens sedan teler. Förarstödjare hamöligt emedan pejåsat och tilins: jag biosirade som manga pussa till limäras som desur.
La muerte en Colombia: desde la historia y los rituales hasta la nueva apuesta por los cuidados paliativos en región
Cuando se llega el fin de la vida, aparece uno de los grandes dilemas del ser humano: la incertidumbre por lo que sigue tras la muerte. Al reflexionar sobre la historia de la muerte en Colombia se puede hallar un espacio para los cuidados paliativos, siempre y cuando este se busque y construya de la mano de la comunidad.
>

CONTACTO
Tus comentarios y preguntas son importantes para nosotros. Diligencia este formulario y nos pondremos en contacto. También puedes venir a visitarnos y resolveremos tus dudas.