Una biblioteca rural que crece para construir paz

Con el apoyo de la Universidad de La Sabana, particularmente del proyecto Educaré de la Facultad de Psicología, se inauguró el trabajo final de la ampliación y adecuación de la Biblioteca Popular ubicada en el Centro Poblado Héctor Ramírez (La Montañita, Caquetá), después de un esfuerzo colectivo de la comunidad de exguerrilleros que, luego de la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las FARC EP, se estableció en la zona veredal con el firme propósito de apoyar la reconciliación y la construcción de paz.


De acuerdo con la profesora de la Facultad de Psicología, Lina Trigos Carrillo, por medio del proyecto Educaré, la Facultad ha contribuido con el diseño, la construcción y la adecuación de la ampliación de la Biblioteca, como un espacio cultural y educativo de suma importancia para la comunidad. Las acciones para lograrlo se llevaron a cabo en dos ámbitos: económico y social-comunitario. En el primero, se recaudaron fondos a través de una plataforma de crowdfunding (VAKI), de los donantes externos, y de la financiación del Fondo Multidonante de las Naciones Unidas y la Fundación Spencer.

 

Por otra parte, el equipo de campo, coordinado por la profesora de la Facultad de Psicología, Laura Fonseca, organizó un proceso participativo para que la comunidad tuviera voz sobre cuáles espacios querían y cómo los querían. “La Biblioteca representa un sueño colectivo por la construcción de paz a través de la educación, la cultura y el buen vivir; son espacios llenos de significado, memoria y cultura”, afirmó la profesora Trigos. En el proyecto se articulan esfuerzos del equipo conformado por profesores y estudiantes de la Facultad de Psicología, y la comunidad. Para Karen Colmenares, estudiante de décimo semestre, participar en la adecuación de la Biblioteca Popular fue una posibilidad para ver muchos resultados materializados de un esfuerzo conjunto, impulsado desde la academia. “Este proceso nos ha convocado como estudiantes a ser personas y profesionales integrales, ya que ha requerido de habilidades en diversos campos de estudio”, afirmó la estudiante.

La Biblioteca, gracias a los esfuerzos compartidos, ahora cuenta con salas de: lectura, reuniones, comunicaciones, sistemas, artes y juegos, además de una papelería. Más allá de los recursos físicos, estos esfuerzos representan el trabajo de la comunidad del Centro Poblado Héctor Ramírez por consolidar una educación desde su propia identidad,
encaminada hacia la paz y el buen vivir.

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