Cirugía plástica y estética: una carrera en servicio del bienestar y la salud

Rodrigo Foción Soto Pareja, graduado de Medicina y especialista en cirugía plástica, ha dedicado su carrera a transformar y mejorar la vida de sus pacientes a través de la cirugía estética y reconstructiva. Con más de 9.000 procedimientos quirúrgicos realizados desde que comenzó su carrera en 2008, ha logrado transformar la vida de miles de personas, tanto a través de cirugías reconstructivas como estéticas. 

Para él, la medicina no solo es una profesión, sino una verdadera vocación de vida. La descubrió desde su adolescencia, cuando le daba ilusión la idea de ayudar a sanar y curar a los seres vivos. Inicialmente, soñaba con ser veterinario, pero, al final de su bachillerato, su camino se redirigió hacia la medicina humana. 

A lo largo de su formación, Rodrigo tuvo la oportunidad de rotar en el servicio de cirugía plástica del Hospital de la Samaritana, un centro dedicado principalmente a cirugía reconstructiva. Allí, en contacto con pacientes que sufrían de traumas severos y complejas reconstrucciones, reafirmó su pasión por esta especialidad. 

Desde sus inicios, Rodrigo ha buscado poner en servicio su profesión en favor de ofrecer soluciones a pacientes con condiciones graves. Por eso, ha realizado numerosas cirugías reconstructivas para aquellos que han sufrido de cáncer, quemaduras o traumas severos por accidentes o situaciones extremas. En su atención, ha podido combinar su conocimiento en cirugía estética con cirugía reconstructiva, lo que le ha permitido ofrecer un servicio integral. 

“Lo que más me impactó de mi proceso educativo en la Universidad de La Sabana es que forman médicos con principios”, asegura el graduado, quien señala que esos valores han sido la brújula que ha orientado su atención hacia los pacientes: buscando siempre ofrecerles las mejores alternativas para su salud y calidad de vida.  

En ese sentido, uno de los hitos más importantes de su carrera es la creación de Keraderm, un innovador tratamiento para quemaduras y defectos de piel. Este proceso, diseñado en conjunto con dos de sus colegas, le ha permitido a Rodrigo proponer una alternativa al tradicional injerto de piel y ayudar a sus pacientes a regenerar la piel de manera más eficiente y rápida. “Esa vena de innovar y de crear cosas diferentes nace desde mi paso por la Universidad de La Sabana, donde tuvimos a profesores que nos instigaban a investigar”, recuerda el graduado.  
 
Sin embargo, este proyecto nació durante su especialización en cirugía plástica. La idea, que comenzó como una investigación, se convirtió en una empresa que obtuvo diferentes patentes a nivel mundial, en países como Estados Unidos, China y la India. “De un pedacito de piel de las personas sacamos ciertas células que cultivamos y posteriormente se las ponemos en el área afectada, generando una regeneración de la piel, evitando ese manejo con injertos”, explica el graduado. 

Esta empresa tuvo tanto impacto que Keraderm ganó el primer puesto en la categoría general del concurso Ventures 2011 y fue reconocido como el proyecto más innovador del año por la revista Dinero. En 2013, obtuvo el premio Mass Challenge de Boston, considerado uno de los concursos de emprendimiento más importantes a nivel mundial. 

Sin embargo, el proceso no estuvo exento de desafíos. La falta de una legislación clara en Colombia para la regulación de tratamientos médicos innovadores generó obstáculos significativos en el camino. Debido a las trabas regulatorias, Rodrigo y su equipo decidieron trasladar la empresa a Estados Unidos, donde finalmente pudieron llevar a cabo su proyecto. A pesar de la frustración de no poder desarrollar el producto en Colombia, Rodrigo sigue apostando por la innovación como herramienta fundamental para mejorar los tratamientos médicos. 
 
Otra de las innovaciones que creó en el mundo de la salud está relacionada con métodos para la pérdida de peso. En general, “en mi práctica como cirujano plástico, no hago cirugía electiva en pacientes que sufran de obesidad. Es necesario que estén completamente sanos o que tengan enfermedades controladas”, explica el graduado, quien habla de cómo siempre ha buscado proteger a esta población. Además, a nivel personal, durante la pandemia por covid-19, empezó a sentir mayor preocupación por esos temas, considerando que él mismo tenía obesidad y conocía los riesgos que enfrentaban las personas con esta enfermedad en caso de contagiarse con el virus. 
 
“Eso me llevó a estudiar procesos de nutrición, alimentación y metabolismo y a buscar metodologías novedosas y exitosas para el manejo de sobrepeso y obesidad, lo que llevó a que desarrollara un plan para perder peso”, cuenta el graduado, quien logró perder 20 kilos en 4 meses implementando esta metodología. Fue así como desarrolló el METACTIVE Plan, un programa de salud que ayuda a las personas a perder peso de manera saludable y a mantenerlo en el tiempo. Este enfoque ha sido exitoso tanto para él como para sus pacientes, lo que lo ha motivado a abrir un consultorio en Cajicá para el tratamiento de estos temas. 

El abordaje de este enfoque le ha permitido convertirse en un referente en Colombia, en el estudio de asuntos relacionados con el manejo del sobrepeso y la obesidad desde la perspectiva de la cirugía plástica. Esto lo compromete a continuar formándose, investigando y trayendo innovaciones al país para contribuir a la medicina e impactar la calidad de vida de sus pacientes.