Otras recomendaciones para potenciar el desarrollo de los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDA-H) es definido como un “Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad/impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo", y que se caracteriza por presentar características de inatención y/o hiperactividad e impulsividad, explica la American Psychiatric Association. 

De acuerdo con Evelyn Díaz, psicóloga y experta en educación y discapacidad, “El TDA-H no es una enfermedad, sino una condición de desarrollo que acompaña a la persona desde su nacimiento y que requiere una atención enfocada en sus capacidades y posibilidades. Por ende, nadie debe preguntarse si es tratable o curable, sino comprender que es una forma de desarrollo diferente, una condición asociada al neurodesarrollo que trae consigo una serie de desafíos para el desempeño en las distintas áreas de la vida cotidiana. Es importante que dichas implicaciones sean reconocidas y que las barreras del contexto se disminuyan o, preferiblemente, se eliminen en aras de que el niño alcance su máximo potencial de desarrollo”.

Al tratarse de una condición del neurodesarrollo, múltiples estudios de neuroimagen han demostrado que hay una base cerebral relacionada con las características de la población. Ello, hablando específicamente de un funcionamiento atípico en zonas de la corteza cerebral, que son encargadas de los procesos de atención, de memoria, pensamiento, lenguaje y regulación del comportamiento, especialmente los lóbulos temporal y frontal. La corteza prefrontal es la de mayor implicación, así como el sistema límbico y los ganglios basales, agrega la psicóloga Díaz.

Por ende, un niño con TDA-H no se comporta de cierta manera porque sea su intención, sino porque su cerebro funciona de manera distinta. Así, no debe confundirse la presencia de esta condición con los rasgos o los comportamientos de un niño por ser muy activo, por aburrirse fácilmente con las actividades o por distraerse en ciertos momentos. Los rasgos de esta población son muy específicos; estos deben observarse de forma reiterada (mantenida en el tiempo) y durante por lo menos seis meses. En consecuencia, se requiere mucho cuidado para no etiquetar ni diagnosticar deliberadamente.

Frente a estos referentes y como una forma de aportar a la situación actual de la población, la profesora Díaz brinda las siguientes sugerencias frente al desarrollo de las actividades pedagógicas que pueden desarrollarse en el hogar (en casos de TDA-H y en cualquier otro caso):

1.Preguntarle al estudiante cómo ayudarle (de acuerdo con la edad). Desde allí, emplear el método IDEAR: identificar, definir, elaborar, aplicar y reflexionar; método que puede enseñarse mediante juegos y fichas con imágenes.

2. Estructurar el ambiente utilizando listas, recordatorios, previsiones, límites, etc., así como dividir las tareas en partes pequeñas e ir dando una sola instrucción a la vez, además de dejarla a la vista.

3. Posibilitar que el mismo niño escriba las reglas y comprenda las consecuencias de cumplirlas o incumplirlas. Dicha escritura debe ser complementada con elementos creativos (pinturas, símbolos, objetos, señas, movimientos asociados, etc.). Además, se recomienda que esta actividad sea equivalente a un “contrato contractual”, en que el adulto también tenga normas por cumplir y consecuencias positivas o negativas frente a sus actos. Esto motiva al niño, pues se trata de mutua implicación y reciprocidad.

4.Mientras está estudiando o haciendo tareas que requieran concentración, ubicar al niño lejos de puertas, ventanas y monitores (para evitar distracciones), así como quitar materiales y objetos no relevantes que estén sobre la mesa.

5.Repetir y mostrar las instrucciones (con imágenes del mismo niño), así como fomentar el entrenamiento en autoinstrucciones (que él mismo diga en voz alta qué debe hacer a medida que procede). El hecho de que él escuche su propia voz, diciendo qué va a hacer, permite mayores niveles de concentración y más alto éxito en la tarea.

6.Involucrar recursos sensoriales, constantemente, para favorecer los procesos de atención, motivación, memoria y –en sí– aprendizaje. Es muy importante combinar elementos olfativos, gustativos y táctiles junto con los visuales y auditivos. Aquí se trata de ser creativos y recursivos pues esto traerá múltiples beneficios para el aprendizaje del niño y para el ambiente del hogar o el grupo.

7. Fomentar aprendizajes distintos a los convencionales, como medios para mejorar la atención. Ejemplos de ellos serían aprender Braille o Lengua de Señas Colombiana (LSC). Esto último se puede hacer, gratuitamente, mediante recursos como: el portal INSOR Educativo (que se encuentra por Google y tiene un repositorio de LSC llamado “Cotidiano”), el avatar de la Fundación Hetah (http://hetah.net/), los videos disponibles en la lista de reproducción “Curso Básico de Lengua de Señas Colombiana” del canal de Youtube llamado “Todos Podemos Ayudar”, o el Diccionario Básico de Lengua de Señas Colombia del INSOR (documento en PDF que se descarga desde el buscador de Google). En el caso del Braille, en internet se encuentra información sobre cómo funciona el sistema, también hay videos en Youtube, y recursos del INCI (Instituto Nacional para Ciegos), así como posibilidades de aprenderlo de forma sencilla usando cubetas de 6 huevos y pimpones, u otros recursos creativos.

8.Hacer, con el estudiante, un calendario, rutina o/y horario visual de actividades (tan predecible como sea posible) y colocarlo en lugares visibles, anticipando si hay modificaciones.

9. Motivar la realización y uso de listas de comprobación frente a tareas cotidianas (con horarios e imágenes, siendo lo visual muy importante). De poderse usar plastilina, cinta, velcro o imanes, sería mucho mejor que las actividades se pongan en piezas separadas (cartones, fichas gruesas, etc.) que el niño pueda mover, quitar y poner (lo cual aumenta la interactividad).

10. Involucrar, tanto como sea posible, actividades que impliquen atención sostenida y selectiva. Se invita a utilizar la imaginación mediante actividades con objetos concretos que conformen patrones que se deben armar, o series que se deben seguir. Estos elementos pueden ser cubetas de huevo, tapas, moldes de hielo, vasos plásticos o de cartón, cucharas, cajas, palillos, algodones, copitos, pimpones, clips, bolas, cauchos, cajas de zapatos, cartones, frascos o latas de productos, rollos del papel higiénico, platos de plástico, “shakiras”, botones, bajalenguas, pinzas para ropa, piedras, “pikis”, blosques, cubos, fichas de lego, etc. Para tener ideas puntuales, se recomienda visitar la guía digital “Ideas para Casa y Colegio”, cuyo enlace se encuentra en la parte inferior.

11.Realizar pausas activas que involucren movimiento y actividades variadas que sean de interés del niño.

12.No atender al niño en los momentos que se interrumpe o se entromete en una conversación. La idea es dejar de atender un comportamiento para evitar o reducir que se repita.

13.  Ayudar al niño a hacer sus propios relojes visuales o agendas de actividades en forma de reloj para que así le sea más fácil llevar las secuencias y cumplir con los compromisos cotidianos.

14. Enseñar sobre el manejo del reloj mediante actividades que impliquen formatos grandes y movimiento. Esto se puede hacer con platos de plástico, pitillos y chiches; con cartones de gran tamaño pintados, con aros, icopor y tapas; con cuerdas, palos y tizas para pintar sobre el pavimento; etc.

15.Tener presente que al comienzo las conductas exigidas deben ser fáciles y con recompensas inmediatas. Sin embargo, las exigencias deben tener un aumento progresivo, y lo ideal es ir formando a través del juego (pues en el juego se ponen en ejecución múltiples habilidades intra e interpersonales).

16.Permitir “válvulas de escape” como ponerse de pie o salirse de la sala o habitación por un breve momento (aunque esto debe tener disminución progresiva y, ojalá, involucrar una actividad que relaje como, por ejemplo, poner los pies descalzos encima de tapetes de texturas u observar botellas sensoriales).

17.Realizar realimentación frecuente y hacerlo a través de preguntas como: ¿sabes lo que acabas de hacer? ¿cómo podrías haber dicho eso de forma diferente? Etc. ¡Puedes involucrar formas creativas para hacerlo e ir recopilando tarjetas o paletas con imágenes para evitar la verbalización en todos los casos!

18. Conversar con los docentes para eliminar o reducir las evaluaciones con límites reducidos de tiempo. Es importante que el niño pueda presentar pruebas orales, hacer evaluación con material concreto, o hacer pausas durante la evaluación; además de exaltarse el éxito tanto como sea posible.

19.Dar posibilidad de que el niño tome pequeños descansos durante la tarea o actividad escolar que esté realizando. Los niños con TDAH pueden hacer todos los trabajos que se les piden, si se les permite tomar recesos, hacer pausas activas, tener momentos de movimiento (si hay hiperactividad/impulsividad) o de relajación (sobre todo, si hay predominio de inatención).

20. Introducir innovaciones diarias para evitar que el niño caiga en aburrimiento. Ello, al incorporar el denominado Diseño Universal para el Aprendizaje, sobre el cual se puede aprender, desde el computador de la casa, ingresando al sitio web: https://transforma-recursos.wixsite.com/dua-cvr

 

21. Fortalecer habilidades cognitivas involucrando el uso de técnicas mnemotécnicas, claves, ritmos, sonidos, secuencias visuales y movimientos asociados con los conceptos o contenidos que se estén aprendiendo.

22.Utilizar métodos que permitan al estudiante comunicar sus peticiones o situaciones de manera concreta y no verbal (se pueden usar paletas comunicativas con diseños propios, fichas con pictogramas, o tablillas con imágenes y palabras). Esto ayudará a que el niño enfoque su atención, busque soluciones, planifique alternativas, inhiba las ganas de hablar excesivamente o responder antes de que se termine de preguntar. Todas estas, habilidades que les suelen costar más trabajo.

23. Implementar estrategias para reducir impulsos por necesidad de movimientocuando se requiere concentración. Hay estrategias que pueden ser útiles como: el uso de una pelota de pilates en vez de la silla del escritorio (para que el niño se pueda estar moviendo mientras hace sus tareas), el uso de sillas con ruedas, o adaptaciones de las sillas convencionales (usando cuerdas, pelotas o ruedas con que el niño pueda interactuar mientras está sentado).

24.Emplear la técnica del tiempo fuera como “periodo de enfriamiento” (1 minuto por año). Lo recomendable es que dicho tiempo no sea fuera de la sala o habitación (pues esto suele ser asumido como un premio y no como una consecuencia de una acción negativa).

25.Promover lectura en voz alta tanto en la escuela como en la casa, y combinar -siempre o casi siempre- textos con imágenes.

26.Facilitar una preparación previa al comienzo de las clases que brinda el colegio para que el niño maneje el material necesario con mayor seguridad.

27.Involucrar a los pares o a otros miembros de la familia para una mayor comprensión de reglas o estrategias de regulación (y representarlas de forma creativa y muy visual).

28.Enseñar a esquematizar y a subrayar, para ayudarles a estructurar y a darle forma a lo que está aprendiendo. Frente a esto, utilizar rutinas de pensamiento puede ser muy útil.

29. Anunciar lo que se va a decir antes de decirlo. Hacerlo a través de palabras e imágenes (preferiblemente, no mediante la voz).

30. Ofrecer que el niño sea un “coach social” para que aprenda a interactuar de mejor manera. Por ej., decir: “antes de que cuentes tu historia, pídele a ……. que cuente la suya”; hoy debes coordinar que los utensilios estén listos, mientras otros van pasando, tú vas…”.

31.Evitar aquellas situaciones que el niño no puede controlar. No dejarle mucho tiempo inactivo y enseñarle opciones para autorregulación (técnicas como el termómetro de las emociones, el semáforo de la regulación emocional, el soplido de una vela, el consumo de agua para bajar el enfado, el inflar un globo para dejar “guardada la rabia”, hacer burbujas para liberar tensiones, hacer rutinas de respiración diafragmática, etc.).

32.Intentar dar material impreso (fotocopias, láminas) en vez de hacer dictados. Los niños con TDA-H tienen serias dificultades para comprender, y recordar, la información que llega por vía auditiva. De allí la importancia de complementar, en la mayor medida posible, la información verbal con elementos visuales, movimientos y objetos de referencia.

33. Proporcionar pistas visuales, y en lugar visible, respecto a instrucciones, normas sociales, rutinas de pensamiento, etapas de actividades, etc.

34. Pedir al niño que tome su tiempo antes de responder, y ser consistentes -siempre- frente a lo que se le anuncia.

35. Elogiar comportamientos que queremos que se den con mayor frecuencia. Ante esto, también se pueden utilizar elementos creativos como notas con post-it, cuadernos para armar rostros que expresen emociones, paletas de gusto y disgusto, etc.

36.Motivar el uso de estrategias para la autorregulación de comportamientoscomo: rejillas de “yo siento - yo quiero - yo puedo” con elementos visuales, o hacer pizarras creativas con fotos asociadas con comportamientos adecuados vs no adecuados (en que el mismo niño actúe en ambos roles y sirva como modelo).

37. Intentar involucrar juego y movimiento en todas las actividades (aprovechar el alto nivel de energía con que puede contar el niño). Los juegos siempre serán la mejor opción para posibilitar el aprendizaje. Se pueden usar los juegos originales o adaptaciones de los mismos (bingo, memoria, lotería, parqués, triqui, stop, ahorcado, golosa, Twister, Monopoly, escalera, ruleta, torre [Jenga], Uno, Pictionary, Adivina Quién, etc.)

38.Ofrecerle al niño algún cargo o rol de responsabilidad en los juegos, rutinas o actividades (pero también a otros para que no se generen contextos de preferencias o protagonismo excesivo).

39.Enseñar sobre el manejo adecuado del tono de voz, involucrando materiales y actividades. Ejemplos son: “medidores del tono de voz” (hechos con ruletas, instrumentos inventados, u otro elemento), juegos de roles con tarjetas que indiquen lo favorable y lo que no lo es (según situaciones cotidianas), el “dado de las voces” que se puede encontrar en internet, la narración de cuentos (con ejemplificaciones), etc.

40.Enseñar, explícitamente, estrategias de resolución de conflictos. Para ello, aprovechar la imagen, el juego y el movimiento (ruletas de causas/consecuencias, juego de “memoria/concéntrese” con imágenes asociadas a problemas y soluciones, tarjetas con micro-retos que involucren conteo regresivo, etc.).

41. Diseñar y usar fichas para recordar comportamientos deseados o formas positivas de responder ante situaciones de la vida cotidiana.

42. Aprovechar los espacios comunes para crear patrones de movimiento que, a su vez, faciliten la concentración y el dominio corporal. Esto se puede hacer marcando trazos y figuras, sobre el piso, con los patrones a seguir (lo cual aumenta la atención, el control del movimiento, la automotivación y la diversión).

En últimas, aunque dependiendo del subtipo de TDAH del que se trate, el asunto es aprovechar las fortalezas y capacidades de los niños que lo presentan, entre las cuales se encuentran: una excelente memoria visual; un alto nivel de energía y ganas de hacer las cosas; muy buenas habilidades motrices; un alto interés hacia la comunicación oral; gran curiosidad y creatividad (alta motivación frente a la novedad); alta tolerancia a la frustración; optimismo y recursividad; gran simpatía y entusiasmo; alegría y buen humor; gran capacidad para perdonar y dejar atrás los malos momentos; automotivación para los retos o desafíos; altas habilidades para la narración de historias; gran interés hacia todo tipo de juegos y videojuegos; altas capacidades de liderazgo; buenas habilidades para hacer amigos y socializar; entre otras.

Por ello, para terminar, la profesora Evelyn ofrece el acceso a las siguientes guías digitales, las cuales presentan bancos de recursos e ideas presentadas en imágenes. Los recursos pueden ser utilizados según el perfil de competencias e intereses de los niños, las familias y las instituciones educativas.