Aliados por la educación

La familia Cavelier Lozano, creadora de Alquería, ayuda a cumplir los sueños de muchos estudiantes de Cundinamarca. Con su fundación, busca contribuir a la equidad para forjar el camino hacia la paz.

El foco de la Fundación Cavelier Lozano es la educación, la cual se trabaja desde diferentes programas: Talentos Excepcionales, Mejoramiento de la Calidad Educativa, Integración Lingüística y Fondo de Excelencia Académica.

Dayanna Ximena Gaitán Canchón, estudiante de décimo semestre de la carrera de Ingeniería Industrial, entró a la fundación en sus años de colegio con el Fondo de Excelencia Académica, que facilita el acceso a la educación superior para los hijos de empleados de Alquería, a quienes les brinda un acompañamiento continuo, con el fin de que culminen con éxito su pregrado.

“Yo crecí con Alquería. Mi mamá lleva más de 25 años en esta empresa, la cual nos ha dado oportunidades para progresar”, cuenta Dayanna Ximena, quien adelanta su práctica profesional allí, en el área de Mejoramiento Continuo.

Por su parte, Nancy Milena Bejarano Ritacuba, recién graduada de Psicología, forma parte de Talentos Excepcionales, programa que promueve el acceso a la educación superior de los jóvenes de Cundinamarca que sobresalen académica y per-sonalmente en sus instituciones educativas. “Para mí, la fundación es la puerta a los sueños. Me dio alas; me demostró que sí se puede a pesar de las limitaciones. Más que hacernos profesionales, nos hace personas, y en eso se complementa perfectamente con la Universidad”, dice.

“Los programas de la fundación van más allá de dar una beca. Nos enfocamos en el desarrollo del ser: consolidamos redes de apoyo familiar, acompañamos todos los procesos y hacemos seguimiento a los estudiantes de las diferentes universidades con las que tenemos convenio”, asegura Sergio Fernández, coordinador de programas de la fundación.

La Fundación Cavelier Lozano es una inversión familiar, cuya misión se centra en mejorar la calidad de la educación, de acuerdo con Fernández.

En el 2013, La Sabana, debido a la gestión de la Asociación de Amigos, firmó un convenio con la fundación. Hoy, 39 estudiantes beneficiarios cursan diferentes programas de pregrado en la Universidad.