A cuidar la salud mental de nuestros profesionales de la salud

Personal sanitario seguro, pacientes seguros.

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Seguridad del Paciente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene como objetivos para este año concientizar a la opinión pública sobre la importancia de la seguridad de los trabajadores de la salud y su interrelación con la seguridad de los pacientes.

Si bien, la pandemia por la COVID-19 nos ha cambiado la vida, el personal sanitario ha sido uno de los mayores afectados y cerca del 40%, como lo reveló un estudio del Centro de Excelencia en Investigación en Salud Mental de la Universidad CES, ha sufrido trastornos de depresión, ansiedad o insomnio durante los últimos meses. Además, estos profesionales son uno de los grupos de riesgo psicosocial, ya que durante su actividad tienen un riesgo mayor de infección, presentan altos niveles de estrés, pueden generar sentimientos intensos de frustración y diariamente se ven enfrentados a dilemas éticos.

“Sabemos que es una época difícil, con mucha incertidumbre y es esperable que los profesionales de la salud puedan presentar diferentes respuestas emocionales que afecten su bienestar”, señaló la Dra Lina Ruíz, Psiquiatra infantil y de adolescentes, profesora de la Facultad de Medicina y coordinadora de psiquiatría de la Clínica Universidad de La Sabana. Sin embargo, aclara que estos sentimientos no significan debilidad ni incapacidad para realizar el trabajo.

Con el fin de afrontar estas situaciones, el Departamento de Salud Mental y Psiquiatría de la Facultad de Medicina, señala las siguientes recomendaciones:

  1. Mantenga las rutinas, o empiece una nueva. Esto le ayudará a sentir más control sobre la situación.
  2. Procure conectarse con la familia, amigos y colegas, por medio de llamadas o videollamadas. Esta recomendación es muy importante especialmente para quienes viven solos.
  3. Vuelva a practicar o inicie un hobbie o alguna actividad que disfrute: dibujar, coser, leer, realice cursos online, etc.
  4. Establezca durante el día una “ventana de preocupación”. Este es un momento en donde puede sentarse, pensar y reflexionar sobre la situación, en puntos específicos. Para esto, se escriben las preocupaciones que han venido a la mente durante el día y en este tiempo se piensa sobre esto. Se sugiere que esto sea espacios cortos, quizás unos minutos.
  5. Encamínese a hacer actividades de bienestar. Al final del día recuerde tres cosas por las que puede sentirse agradecido y felicítese a usted y/o a otros por la labor cumplida.
  6. En el trabajo es importante mantener las medidas de bioprotección y procurar una comunicación activa y asertiva con los jefes y compañeros.
  7. Si a pesar de seguir estas indicaciones se presenta un malestar emocional persistente o se está alterando el funcionamiento en las actividades diarias, es importante solicitar ayuda médica y/o psicológica.