¿Quieres un amor para toda la vida?

“¿Quieres un amor para toda la vida?” es una de las preguntas que les formulo a mis estudiantes el primer día de clase. Su respuesta afirmativa1 no me sorprende, pues el ser humano fue creado para el amor.

“¿Quieres un amor para toda la vida?” es una de las preguntas que les formulo a mis estudiantes el primer día de clase. Su respuesta afirmativa1 no me sorprende, pues el ser humano fue creado para el amor.

Me sorprende, sin embargo, que muchos de los que anhelan un amor para toda la vida creen que no es posible conseguirlo2; algunos de ellos, inclusive, han dejado de creer en este tras una ruptura amorosa3. Una experiencia dolorosa los ha llevado a pensar que el amor para toda la vida solo es posible en las películas de Disney o es, quizás, como una lotería: cuestión de suerte.

La concepción de la sociedad actual sobre el amor y la forma como este se muestra en los medios de comunicación influyen en la debilidad de los vínculos afectivos que construyen los jóvenes hoy en día los cuales dejan heridas que los llevan a pensar que el amor para toda la vida no es posible.

Para cambiar esta realidad, se hace necesario rescatar el significado del amor, aclarar que no es un simple sentimiento, sino una decisión, como sostiene Tomás Melendo: “Amar es un acto exquisitamente humano, el más humano que cabe efectuar; un acto inteligente, voluntario y responsable, muchas veces esforzado, siempre generoso, liberal, libre”4.

Un amor para toda la vida no es algo que llega y se queda; el amor para toda la vida se construye día a día con detalles, con el diálogo, con el perdón, con la certeza de querer continuar juntos a pesar de las dificultades.

Por eso, si tú también quieres un amor para toda la vida, prepárate como el atleta que quiere ganar la medalla; mantente firme como el arquero frente al arco y persevera como aquel que quiere subir el Everest, pues cuanto más grande sea el esfuerzo, mayor será la recompensa. Desacostúmbrate a los “amores light”, a esas relaciones pasajeras y sin compromiso. No tengas miedo a dar todo de ti para lograr ese amor para toda la vida, puesto que, si tú no lo haces, nadie más lo va a hacer por ti. Anímate a ser parte de aquellos que no tuvieron miedo a amar, de aquellos que han luchado por conseguir el bien del otro por encima del propio, que se han mantenido fieles y constantes; aquellos que hoy tienen un amor para toda la vida.

DEST. “Un amor para toda la vida no es algo que llega y se queda; el amor para toda la vida se construye día a día…”.

1Ante la pregunta “¿Quieres un amor para toda la vida?”, 128 estudiantes respondieron afirmativamente y dos negativamente. 2Ante la pregunta “¿Crees en el amor para toda la vida?”, 110 estudiantes respondieron negativamente y 24 afirmativamente. 3Ante la pregunta “¿Has dejado de creer en el amor para toda la vida por una ruptura amorosa?”, 30 estudiantes respondieron afirmativamente y 112 negativamente. 4Melendo, T. (1992). Ocho lecciones sobre el amor humano. Madrid: Ediciones Rialp S.A.