“Operación familia” Cómo debe prepararse la familia ante la intervención quirúrgica de un niño

Carlos Gómez, magíster en Enfermería de la Universidad de La Sabana.

Cuando un niño debe enfrentarse a una intervención quirúrgica, los padres representan un apoyo fundamental. Por ello, reconociendo el protagonismo de los adultos durante ese proceso, Carlos Gómez, magíster en Enfermería de la Universidad de La Sabana, investigó todos los aspectos que deben tener en cuenta los padres de familia antes de la cirugía de un menor.

Campus: ¿Qué aspectos deben tener en cuenta los padres antes de la intervención quirúrgica de uno de sus hijos?

Carlos Gómez: La preparación preoperatoria de los padres de familia es fundamental para garantizar una excelente experiencia, tanto para ellos como para los niños. Por esta razón, es indispensable brindarles información completa y veraz que les facilite tomar decisiones con respecto al procedimiento quirúrgico. Antes de la cirugía, los padres experimentan altos niveles de incertidumbre. Sin embargo, este sentimiento puede disminuirse gracias a intervenciones de enfermería, que brinden información específica sobre la preparación prequirúrgica del niño.

Se deben tener en cuenta el ayuno y la hora de llegada, los beneficios del procedimiento y los documentos que deben presentarse, así como los procesos que ocurren cuando el niño ingresa a la sala de cirugía. También, los padres deben conocer quiénes hacen parte del equipo quirúrgico, las condiciones de seguridad, los pasos que deben seguirse luego de la cirugía y otros factores relevantes, como la tolerancia verbal, el manejo del dolor y los cuidados posoperatorios. Todos estos aspectos son determinantes porque les permiten a los padres de familia contar con la información necesaria para ese momento.

Con base en esto, esa intervención de enfermería, denominada “operación familia”, disminuye la incertidumbre desde tres aspectos:

(1) en la consulta de enfermería, se proporciona información sobre qué sucede el día de la cirugía y se instruye sobre los cuidados preoperatorios; (2) después, hay un seguimiento telefónico para resolver las posibles dudas; y (3) se mantiene un acompañamiento previo al ingreso del niño al área de cirugía.

C: ¿Por qué es importante la preparación de los padres?

C. G.: Los padres son el soporte fundamental de los niños en el momento de vulnerabilidad y tránsito en los servicios del hospital. Tienen la responsabilidad legal sobre el menor y cada decisión que tomen tendrá un impacto en los desenlaces de la cirugía y la salud de su hijo.

La preparación preoperatoria permite que los padres realicen cambios en el entorno familiar y social para adaptar a los niños a las nuevas condiciones requeridas. Por esta razón, orientar las decisiones para asegurar los beneficios de la intervención quirúrgica, propender por una adaptabilidad favorable para el procedimiento quirúrgico y fortalecer las relaciones sociales habituales permite afrontar los nuevos escenarios y contribuir a obtener excelentes resultados en la recuperación del niño.

La preparación de los padres debe ser participativa junto con los niños para fortalecer los lazos familiares, los aspectos sociales y espirituales, y generar confianza en el entorno familiar para afrontar situaciones de incertidumbre de manera favorable.”

Una preparación adecuada disminuye los tiempos de hospitalización, por el manejo del dolor y los cuidados posoperatorios específicos que requiere el menor. Todo ello, porque los padres cuentan con herramientas para el cuidado en casa.

C: ¿La preparación de los padres mejora la experiencia de toda la familia?

C. G.: Identificar el procedimiento quirúrgico como una oportunidad para el niño puede ayudar a que esta experiencia sea enriquecedora. Esto aporta al cuidado emocional, brinda seguridad y confianza en el entorno familiar, y permite aliviar el sufrimiento físico, espiritual y emocional.

Al brindar herramientas que faciliten tomar decisiones, se garantiza que los padres se sientan seguros y participativos en el procedimiento quirúrgico y en los cuidados posteriores que facilitan la recuperación del niño. Los resultados finales de la investigación demostraron que en la “operación familia” la incertidumbre de los padres fue baja, comparada con la incertidumbre de los padres que no recibieron la intervención.

Pasos de preparación recomendados para los padres

1. Durante el preoperatorio: conocer por qué el niño necesita una cirugía, cuáles son los beneficios, la duración, el consentimiento informado, el tiempo de ayuno, la administración de medicamentos, la preparación física, la vestimenta adecuada, el tiempo y lugar de espera.

2. El día de la cirugía: los padres deben participar en el proceso previo al ingreso del niño a la sala de cirugía, para explicarle qué va a suceder, cómo se vestirá y cuál es el equipo de salud, los acontecimientos que encontrará y el ambiente del quirófano. Todo esto es información relevante para el menor, así como asegurarle que los padres van a estar pendientes de él y que lo acompañarán cuando salga de la cirugía.

3. Luego de la cirugía:tener información sobre los vendajes, las canalizaciones, el manejo del dolor, los cuidados posoperatorios, incluyendo alimentación, deambulación, cuidado de heridas, instrucciones de alta y seguimiento. Al contar con esta información, los padres se sentirán más seguros, pues tendrán mayor conocimiento sobre qué se requiere antes, durante y después del procedimiento.

La tranquilidad y la confianza de los padres durante todo el proceso de preparación y, de manera específica, el día del procedimiento quirúrgico, son fundamentales porque estas se transmiten a los niños para garantizarles un mejor bienestar y resultado exitoso de la intervención.

C: ¿Cuáles son las cirugías más comunes en los niños?

C. G.: Los procedimientos quirúrgicos de menor complejidad son más comunes en los niños. Dentro de estos, se destacan la hernia umbilical o inguinal, la circuncisión, la epispadias o hipospadias, los tratamientos odontológicos bajo anestesia, esofagogastroduodenoscopia, colonoscopia, orquidopexia, cateterismo uretral, cistoscopia, gastrostomía percutánea, resección de tumor externo, nasofibrolaringoscopia, tenotomía de cadera, transferencia miotendinosa, potenciales sensoriales auditivos o visuales bajo anestesia, polidactilia, tenosinovectomía, colgajo de piel, microlaringoscopia, entre otras.