Los valores cristianos: atractivos y universales

El mensaje cristiano ha transformado vidas porque tiene muchos elementos que se corresponden con las aspiraciones profundas del ser humano.

Imagina por un momento un mundo en que los hombres se respetan unos a otros,no existen guerras, nadie sufre de hambre, y la esperanza y el amor prevalecen. Sin duda, las personas coincidirían en que este sería un mundo mejor y deseable.

La mayoría de las naciones concuerdan en que defender la libertad, la igualdad, la fraternidad y la dignidad es clave para el desarrollo de la humanidad. La influencia del pensamiento cristiano en la cultura ha determinado muchos de estos valores de nuestra época.

El doctor Juan Luis Lorda, director del Departamento de Teología Sistemática de la Universidad de Navarra (España), visitó la Universidad de La Sabana por invitación de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas. Él impartió dos cursos: “Grandes teólogos del siglo XX” y “Filosofía cristiana: un concepto en discusión”.

Durante sus clases, el experto habló sobre la importancia que tiene el mensaje cristiano para la humanidad: “El mensaje cristiano ha transformado vidas porque tiene muchos elementos que se corresponden con las aspiraciones profundas del ser humano: santidad, justicia, salvación y amor”, dijo.

Además, indicó: “Nuestra sociedad actual, por una parte, siente el atractivo del cristianismo, pero también, en la medida que ha perdido la fe, quiere separarse de él. Hay que reconocer que existe una parte no atractiva del cristianismo: una huella histórica negativa de los cristianos, aunque el pasado debe leerse en contexto, así como los pecados de los fieles y las exigencias”.

Sin embargo, el doctor Lorda destacó que la belleza y lo atractivo del mensaje cristiano radican en un modelo de vida de amor a Dios y al prójimo, que es mucho más coherente con la esencia humana, a diferencia de llevar una vida cómoda en que simplemente se sobrevive.

“Es muy difícil pensar que el mundo no ha sido hecho por Dios, que todo existe por casualidad y que estamos arrojados aquí con un sinsentido”, aseguró Lorda. Además, señaló que, aunque la sociedad moderna está marcada por una separación de la Iglesia y del Estado, que promueve una justicia racionalizada, donde caben aquellos no creyentes, es beneficioso vivir y construir una sociedad como si Dios existiera.

“Estar seguros de que existe un Dios que nos ama, darle fundamento a la racionalidad y creer que el amor y el ser humano tienen un valor único: son coordenadas cristianas para una vida mejor”, explicó Lorda. También dijo que “somos personas con limitaciones y no siempre hemos actuado bien, pero quienes vivimos el humanismo cristiano nos basamos en el respeto por las personas, el aprecio por la creación, que es obra de Dios, y un ideal de conducta de darse a los demás, de servir”. Estos, sin duda, son valores universales.