Astrosabana, Grupo de Estudio de la Facultad de Educación, Descubre su Segundo Asteroide: Un Logro de Participación Ciudadana en la Ciencia

El Grupo de Estudio Astrosabana, integrado por estudiantes de la Licenciatura en Ciencias Naturales de la Facultad de Educación de la Universidad de La Sabana, ha alcanzado un hito significativo al descubrir provisionalmente su segundo asteroide. Sebastián Bermúdez, estudiante y miembro del grupo, comparte su experiencia y reflexiones sobre este emocionante logro.

Recordemos que en 2022 el profesor David Tovar junto con un grupo de estudiantes que hace parte del grupo de enseñanza de la astronomía, Astro Sabana, participaron en la campaña “Colombia Busca Asteroides”, una iniciativa liderada por el Planetario de Medellín, el Observatorio Astronómico de la Universidad Distrital y la International Astronomical Search Collaboration (IASC), en la cual analizaron datos astronómicos tomados por el telescopio Pan-STARRS, ubicado en la cima de Haleakala, en Hawái, realizando el descubrimiento provisional de su primer asteroide. Nota completa aquí.

"Para nosotros, la posibilidad de contribuir a la investigación científica en un descubrimiento que nos permita entender más sobre nuestro sistema solar es una oportunidad extraordinaria", comenta Sebastián, integrante de Astrosabana.  "Este es un ejercicio de participación ciudadana en la actividad científica que nos llena de orgullo y nos motiva a seguir explorando los misterios del cosmos".

La búsqueda de asteroides, según explica Sebastián, es un proceso que demanda paciencia, dedicación y amor por la ciencia. "Es como buscar una aguja en un pajar", describe. "Revisamos paquetes de imágenes suministradas por los telescopios Pan-STARRS, divididas en 16 sectores en total, en un esfuerzo por detectar cuerpos diminutos que pueden pasar desapercibidos".

Lo que se sabe del posible asteroide

“Se conocen diferentes tipos de cuerpos celestes rocosos y metálicos que giran alrededor del Sol, incluyendo Amor, Eros, Troyanos y Objetos Cercanos a la Tierra (asteroides próximos a nuestro planeta). Sin embargo, sobre este nuevo descubrimiento, solo se tiene información limitada, indicando que forma parte del cinturón de asteroides. Para obtener más detalles, como su composición, tamaño y velocidad, se necesitan más observaciones” afirma el profesor David Tovar, profesor de la Licenciatura en Ciencias Naturales.

La falta de certeza respecto a los parámetros orbitales de este objeto dificulta su clasificación precisa; incluso podría tratarse de un asteroide ya conocido. Con el tiempo y más datos, se espera obtener información adicional, incluyendo la velocidad calculada a partir de imágenes tomadas en momentos diferentes, considerando factores como los cambios en su brillo y su movimiento en relación con las estrellas de fondo, según explica Tovar.

Si se confirma que el objeto identificado es un nuevo asteroide, se llevará a cabo su nombramiento oficial. Además, estas investigaciones tienen como objetivo identificar estos cuerpos celestes como medida preventiva ante posibles colisiones, utilizando estrategias como el "juego de billar espacial" para desviar asteroides peligrosos y evitar catástrofes.

El proceso de búsqueda se lleva a cabo mediante un programa facilitado por la International Astronomical Search Collaboration (IASC), donde el grupo examina minuciosamente cada imagen en busca de cuerpos no identificados. "Es un trabajo detallado y meticuloso, pero es gratificante saber que estamos contribuyendo al avance del conocimiento científico", agrega el estudiante.

Mirando hacia el futuro, Sebastián comparte las aspiraciones del grupo. "Nuestro siguiente paso es participar en más espacios de este tipo para descubrir aún más asteroides", afirma. "Queremos dejar una huella en la historia de la investigación científica, representando no solo a nuestra universidad y nuestra nación, sino también inspirando a las nuevas generaciones a explorar el vasto universo que nos rodea".

El descubrimiento provisional del segundo asteroide por parte de Astrosabana representa un logro notable para los estudiantes, así como un ejemplo inspirador de cómo la participación ciudadana puede contribuir al avance del conocimiento científico y al fomento del interés por la ciencia entre las nuevas generaciones.