Diciembre es un mes para disfrutar con los seres queridos. Los niños están en vacaciones, el colorido reviste las ciudades y las familias y amigos se encuentran para celebrar “velitas”, las novenas, la Navidad y el Año Nuevo. Además, es un momento de encuentro

Habrá francachela y comilona

Es tradicional que muchas de las celebraciones se hagan alrededor de la mesa, disfrutando comidas como los buñuelos, la natilla y los tamales. Para algunas personas existe una preocupación grande por engordar o comer en exceso. La psicóloga clínica y profesora Aída Milena Casadiego recomienda que para evitar que esto se presente se debe centrar la atención en disfrutar, pasar un rato agradable en familia y, si está la preocupación, medir las porciones y, sobre todo, no obsesionarse con esto.

La familia y la postura que se tiene como adulto y padre de familia sobre la alimentación es fundamental para el sano desarrollo de los hijos, afirman algunos expertos como María Isabel Fajardo en sus investigaciones acerca de la influencia que tiene la familia en el desarrollo de los trastornos alimenticios. Por lo tanto, no se debe olvidar que “somos el modelo para nuestros hijos y debemos ayudarlos a construir una relación positiva con su cuerpo para evitar la baja autoestima o los trastornos alimenticios”, dice la psicóloga. Además, se puede aprovechar esta época de vacaciones para promover el hábito del ejercicio en familia.

Encuentro con la familia política

Durante las fiestas nos encontramos con suegros, cuñados o familiares con los que no tenemos contacto frecuente. Paola Uribe, profesora y magíster en Asesoría Familiar y Gestión de Programas para la Familia, sugiere mantener siempre una actitud de buena disposición y apertura para disfrutar de las tradiciones y costumbres: “Por ejemplo, no es lo mismo celebrar las fiestas decembrinas en el interior que en la costa. Es importante nunca llegar con las manos vacías, no estar predispuesto y vivir con alegría el verdadero sentido de la Navidad, que es unión, amor y paz”. Esta es una oportunidad para probar platos, conocer tradiciones y visitar lugares.

ideal para inculcar valores y estrechar los lazos familiares. Expertos del Instituto de La Familia hacen recomendaciones sobre diferentes aspectos para disfrutar de estas fechas en familia y recordar su sentido de unión, espiritualidad y solidaridad:

La felicidad de entregar al otro

La Navidad nos llena de ilusión y alegría. Celebramos el nacimiento del niño Dios y recordamos su sencillez y humildad. Además, acostumbramos a recibir y dar obsequios. Sobre este tema, Diana Moreno, profesora de la asignatura Ser Feliz, recuerda la importancia del servicio y la entrega como fuente de felicidad: “Un buen ejercicio para hacer con los niños es pedirles que entreguen algo que les guste mucho o hagan un obsequio a alguien que lo necesite y reflexionen sobre qué recibieron de ese desprendimiento”, dice. Es momento de agradecer y recordar que Dios se entregó por nosotros.

Normas en vacaciones 

Las rutinas cambian durante las vacaciones y las celebraciones. El ambiente es festivo, se viaja y se realizan actividades diferentes al resto del año. Juan Carlos Cuervo, profesor y experto en parentalidad positiva, recomienda mantener ciertos horarios y rutinas en el hogar. “Aunque el niño tenga la posibilidad de levantarse tarde o tener horarios más flexibles, es importante que se mantengan ciertas normas para sus actividades diarias. Cuando un niño se desacostumbra totalmente a su rutina, los procesos de readaptación pueden ser muy estresantes”, dice. Además, cuando se esté fuera de casa o en eventos, es importante hablar con ellos sobre lo que es y no correcto hacer en esos lugares. Cuervo recuerda la importancia de ciertas estrategias para fortalecer el vínculo, expuestas por los precursores de la parentalidad positiva Álvaro Capano y Andrea Ubach: pedir disculpas a nuestros hijos cuando nos equivocamos, ponernos en su lugar, ayudarlos a reconocer las emociones y dedicarles tiempo.

Evita emergencias eléctricas en esta Navidad