Residentes de Medicina Familiar y Comunitaria llevan calidad de vida a La Guajira

Mayapo está ubicado 17 kilómetros al norte de Riohacha, unos 30 minutos en carro. A ese lugar llegó el 23 de marzo una brigada del Comando Sur de los Estados Unidos para ofrecer asistencia humanitaria y apoyo médico a los habitantes de esta región del país, en lo que se conoce como el programa “Promesa Continua 2017”.

Este año, la Embajada de los Estados Unidos en Colombia invitó a estudiantes de Medicina de diferentes universidades para que sirvieran como apoyo médico y traductores al personal de la brigada. Por parte de La Sabana, participaron Nadia Rodríguez, Claudia Henao, Mónica Botero y Mónica Quintero, residentes de la Especialización en Medicina Familiar y Comunitaria de la Universidad de La Sabana.

“Tenemos el plus de ser médicas ya graduadas y, por nuestra especialidad, tenemos la facilidad de tratar a cualquier persona, independientemente de su dolencia o de si es niño, embarazada, bebé o adulto mayor”, comenta Nadia. Con la ayuda de la Armada Nacional de Colombia, “Promesa Continua 2017” se asentó en la Institución Educativa Laachon, donde se prestaron servicios de medicina general, dermatología, pediatría, optometría, nutrición, odontología y veterinaria. “Durante las jornadas asistieron en su mayoría miembros de la etnia wayuu que se desplazaron desde diferentes rancherías hasta el lugar en el que estábamos. Atendimos a personas de todas las edades, pero especialmente a niños”, dice Claudia.

Las residentes cuentan que la brigada atendió a cerca de 1.600 personas durante un día, lo que se estableció como un récord de pacientes desde que se inició ese programa de ayuda humanitaria. Esto fue lo más enriquecedor de esta experiencia para las residentes. 

Sobre la medicina familiar y comunitaria

A finales de la década de los 60, aparecieron los primeros médicos familiares en los Estados Unidos, Inglaterra y Francia, como consecuencia de un movimiento de científicos que buscaban acercar las ciencias al ser humano. En Latinoamérica, los especialistas surgieron a mediados de los años 80.

“El médico familiar se centra en la persona. Por eso, nuestra especialidad es el ser humano integral. Eso es volver a una visión integradora del ser. Esto lo logramos uniendo aspectos clínicos prevalentes en los ámbitos de la salud y las ciencias del comportamiento, junto con un alto componente de crecimiento personal”, afirma Mauricio Ulloa, coordinador del programa de Especialización en Medicina Familiar y Comunitaria.