Estos y otros temas más, fueron algunos apartes de las propuestas de estos jóvenes universitarios preocupados por su fe, por no ser indiferentes ante la situación del país, de su entorno, de su cotidianidad. Desearon poner en practica las enseñanzas del papa Francisco cuando les habló a ellos de manera directa en su visita a Colombia, donde los llama claramente a pensar en grande, a “ Hacer Lío” a no quedarse quietos, ante lo que el mundo de hoy les propone. 

Dentro de algunas conclusiones el cardenal Rubén Salazar manifestó que para la iglesia es un reto grande la comunicación. Porque lo que se debe comunicar es la experiencia de vida de cada uno, mostrando a través de su existencia a ese Cristo resucitado, vivo y que acompaña el caminar diario de cada persona, de cada individuo.

Jóvenes llamados a transformar la Iglesia

Les dijo a los jóvenes universitarios que la Iglesia somos todos, que no es solo el papa Francisco, o los obispos o los sacerdotes sino que es importante sentirse involucrados y no como islas aparte. “la Iglesia la construimos entre todos, cada uno es responsable de vivir la fe con ejemplo, de renovarla también cada día, de convertirnos de manera permanente, porque la Iglesia debe estar en un proceso continuo de cambio”, enfatizó el cardenal.

Por esto, los fieles, los laicos, y en especial los jóvenes, son los llamados a transformar la Iglesia. Ellos son capaces de enfrentar la realidad y el futuro. Y, su adhesión al Señor debe tener una dimensión social de servicio a la sociedad en todas las profesiones y los invitó finalmente a discernir a través de la Palabra de Dios. Así lo manifestó el arzobispo de Bogotá, en medio de sonrisas y agradecimientos por este momento compartido con los jóvenes y esta especial invitación por parte de los directivos de esta alma mater,

21 de marzo

Los jóvenes quieren ser escuchados. Las nuevas generaciones esperan que la Iglesia, mejore la comunicación y sea más comprensiva con ellos. Estas y otras importantes peticiones se escucharon junto a más de 300 jóvenes que se dieron cita el pasado 21 de marzo en el auditorio de la Universidad de la Sabana, quienes plantearon al cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, sus inquietudes sobre su participación dentro de la Iglesia, el papel, la misión, los retos y las propuestas para ser tenidas en cuenta en la XV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos donde el tema será: Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.

Varios jóvenes en su calidad de voceros expresaron al cardenal Salazar en el campus universitario de la Sabana en Chía, que ellos como creyentes católicos proponían el desafío de “ponerse en los zapatos del otro”, en su realidad, para poder ser agentes activos y con espíritu de servicio dentro de la Iglesia.

De Igual forma pidieron ser involucrados dentro de la vida parroquial, desean contar con la participación de más jóvenes para el trabajo de voluntariado y crecimiento espiritual dentro de las parroquias. Pidieron además tiempo para ser escuchados por los sacerdotes. 

Hablaron también sobre la importancia de la comunicación en la familia, en el reto de la juventud para volver al encuentro y al dialogo acorde con la realidad que viven las generaciones actuales.

Otro tema relevante fue el llamado a reducir la brecha entre la Iglesia y la sociedad, donde es importante que se evidencie una renovación en la tarea pastoral. Así mismo, una formación para los jóvenes a través de la liturgia.

Miguel Lloveras, estudiante de octavo semestre de Administración de Empresas, le dijo al Cardenal que los jóvenes necesitan tiempo para encontrar una vocación. Como él, seis jóvenes más plantearon sus inquietudes, las cuales serán llevadas en octubre a Roma, con el fin de que se conviertan en insumos para trazar una hoja de ruta de la Iglesia sobre los problemas que enfrentan hoy las nuevas generaciones.

Este encuentro se dio durante las actividades que adelanta el Vaticano en todo el mundo como preparación al Sínodo de Obispos. El Cardenal escuchó las inquietudes de algunos jóvenes que respondieron la pregunta que el Papa les hizo a ellos: “¿Qué quieren los jóvenes de la Iglesia?”.

“La Iglesia debe ayudar a enfocar a los jóvenes para que sean mejores”, dijo Miguel Ángel Polanía. Laura Emilia Tovar Baraya, estudiante de Psicología, en su propuesta escribió: “Los jóvenes quieren una Iglesia abierta a todos”. Esas son algunas de las respuestas a esa gran pregunta que les ha planteado el Papa.

Luego de escuchar atentamente las intervenciones de los jóvenes escogidos, el Cardenal se dirigió al auditorio y aprovechó para reconocer que los cambios que vive hoy la sociedad requieren una profunda capacidad de comunicación: “La comunicación es básica (…) El ser humano ha sido creado para la comunión con los demás, para interactuar y comunicarse”.

El Cardenal manifestó que para la Iglesia es todo un reto la comunicación, porque lo que se debe comunicar es la experiencia de vida de cada uno, mostrando mediante su existencia a ese Cristo resucitado, vivo y que acompaña el caminar diario de cada persona.

Este acercamiento con los jóvenes, para el caso de Colombia, da continuidad a la exhortación hecha por el Santo Padre en su visita del año 2017: “Sueñen, muévanse, arriesguen, miren la vida con una sonrisa nueva, vayan adelante, no tengan miedo. Solo así se animarán a descubrir el país que se esconde detrás de las montañas; el que trasciende titulares de diarios y no aparece en la preocupación cotidiana por estar tan lejos”.

“Jóvenes a transformar la Iglesia”: Arzobispo de Bogotá