¿Cómo identificar si la salud mental de un adolescente está afectada?
• Cambios marcados en el aprendizaje en la escuela.
• Dificultad para enfrentar los problemas, situaciones o actividades diarias.
• Cambios significativos en los hábitos de dormir y alimenticios.
• Frecuentes molestias físicas.
• Estado depresivo manifestado por un ánimo y una actitud persistentemente negativos, con frecuencia acompañados de apetito pobre e ideas relacionadas con la muerte.
• Abuso de drogas o del alcohol.
• Miedo intenso a la obesidad sin tomar en cuenta su verdadero peso al presente y purgar los alimentos o restringir las comidas.
• Pesadillas persistentes.
• Amenazas de hacerse daño o de hacerles daño a otros, autolesiones o comportamiento autodestructivo.
• Arranques frecuentes de ira y agresión.
• Amenazas de irse del hogar.
• Pensamientos, creencias y sentimientos extraños o comportamiento poco común.
Usualmente, los padres son los primeros en reconocer que su hijo tiene un problema emocional o de comportamiento. Sin embargo, la decisión de bus- car ayuda profesional puede ser difícil y dolorosa para ellos.
El primer paso es hablar con sinceridad con el muchacho. Si los problemas persisten por un período extensivo y están afectando el desarrollo social, académico y familiar, una consulta con un psiquiatra de niños y adolescentes o un profesional de salud mental pueden ser de ayuda.