Un psicólogo que se abre paso en el fútbol español

Federico Acuña es graduado del programa de Psicología y actualmente se encuentra en España, en donde ha trabajado con reconocidos equipos de fútbol.

Cuando hablamos de pasión, todo fluye; así fue como Federico logró combinar sus dos grandes pasiones: el fútbol y la psicología. Su inicio se remonta a cuando tenía 14 años y su talento lo llevó a participar en convocatorias de la Selección Colombia Sub15. Sin embargo, un par de eventos desafortunados, como unas lesiones y bastantes cirugías, lo llevaron a dar un paso atrás; aun así, nunca estuvo en sus planes dejar este deporte a un lado. Entre las alternativas para su futuro, intentó adentrarse en el campo del periodismo y la medicina; fi nalmente, lo que más llamó su atención fue la psicología.

Al día siguiente de graduarse como psicólogo, ya estaba tomando un avión hacia Alemania. En ese momento, Federico tenía claro que el mejor continente para desempeñarse sería Europa. Sin descartar su sueño y en busca de oportunidades, buscó obtener su primera licencia UEFA (Unión de Federaciones Europea de Fútbol). Tras regresar a Colombia, su destino ya estaba escrito; dictó una conferencia en la que participaron algunos médicos expertos de la primera división de España, lo cual coincidió con la casualidad de que estaban buscando un psicólogo. Así inició esta travesía. Su primera experiencia fue con el equipo Getafe CF, ese primer encuentro le despertó aún más la necesidad de entender cómo relacionar su carrera como psicólogo con este deporte. Para Federico, nutrir su conocimiento fue un privilegio que siempre pudo darse. Estando en Madrid, realizó un máster en psicología y coaching deportivo, y otro en dirección, análisis y metodología del entrenamiento en fútbol. Actualmente, es entrenador UEFA y se encuentra cursando un tercer máster en alto rendimiento.

En su desempeño, hay tres factores que le facilitan su labor:

1. En un principio, la gestión, “El cómo hablar con un futbolista, cómo conocerlo, qué es correcto conversar o de qué manera lograr que rinda bien”, afi rma Federico.

2. En segundo lugar, el desarrollo técnico-táctico del juego; entender le permite diseñar con mayor facilidad las sesiones por partido.

3. Y, por último, la educación a través del deporte. Comprender cómo se desarrolla un niño que tiene 8 años hasta que tiene 23, la edad apta para salir al campo profesional, le permite adecuar los entrenamientos y procesos a cada grupo de edad.

“Como metas te puedo hablar de un objetivo y un sueño. El sueño es que sería muy épico trabajar con un equipo como el Manchester United, al cual he seguido toda la vida. Y, a nivel de objetivos, continuar aprendiendo y mejorando en lo que amo hacer”, reflexiona el graduado. Teniendo en cuenta que la temporada pasada estuvo alejado del campo, dedicando la mayor parte de su tiempo al máster, este año regresó con más convicción y, actualmente, se desempeña como analista de rendimiento en uno de los equipos de cantera del Atlético de Madrid.

Este camino no ha sido fácil, pues desde un inicio tuvo que afrontar varios retos: “Todos los que te puedas imaginar, retos como abrir la primera práctica de deporte en la Universidad, venir a otro país, estar lejos de tu familia, tener otro tipo de trabajos para lograr tu libertad fi nanciera; retos personales que se convierten en una prueba para que te des cuenta de si realmente estás haciendo lo que quieres”, comenta Federico. En cuanto a los retos laborales, uno de los más importante ha sido sin duda convencer y comprender estrategias para persuadir a los jugadores e incluso a los entrenadores. Su experiencia en el exterior le ha permitido entender que la cultura de trabajo en Europa es en equipo, “Todos tenemos algo por aportar y todos merecemos nuestro momento en el centro del escenario para hacer mejor al equipo”.

La Universidad de La Sabana le aportó a Federico a nivel de calidad educativa, incluso en esos retos donde tuvo que enfrentarse a la realidad de que la psicología del deporte no es común. Sin embargo, La Sabana le brindó las herramientas necesarias para convencerse a sí mismo de intentarlo. El sello Sabana que logra resaltar es la empatía, escuchar y entender al otro. Además, la confianza de sus profesores, compañeros y colegas la refleja ahora frente a personas que pertenecen a la máxima categoría del sistema de ligas de fútbol en España.