Life Pack: un emprendimiento con compromiso ambiental

Por cada tonelada de residuo agroindustrial que usamos, se dejan de talar entre 12 y 16 árboles maduros, y, por cada planta que germina de nuestros empaques, se reduce el CO ”. Estas afirmaciones corresponden a Andrés Benavides, fundador de Life Pack, una empresa que transforma residuos agroindustriales abundantes (como la corona de la piña y la cáscara del maíz) para convertirlos en papeles y cartones. El agregado especial de estos productos, según explica Andrés, es que durante el proceso se agregan semillas a la materia prima, con el objetivo de que el empaque final pueda convertirse en una planta después de ser usado.

Andrés es graduado del programa de Derecho de la Universidad y su compromiso ambiental nació mientras cursaba su pregrado. “Este emprendimiento nace por una sensibilidad hacia el cuidado de la naturaleza. Yo veía el campus de la Universidad, que es muy verde, con muchos pajaritos, y comencé a tomar conciencia acerca del uso de los plásticos”.

Después de graduarse, la idea de negocio de Life Pack comenzó a materializarse y se convirtió en una empresa familiar. “Al principio, nos costó un poco de trabajo, pero con el tiempo las personas fueron acogiendo el producto. Hoy, estamos en cerca de 600 superficies con clientes corporativos, en diferentes supermercados y, próximamente, con franquicias en otros países”.

Nuestro Alumni comenta que los conocimientos sobre el derecho le han servido en la administración de su empresa, sobre todo en asuntos legales y de contratos, además de campos como el derecho laboral, administrativo y tributario. En este momento, la empresa se encuentra en un proceso de propiedad intelectual de transferencia tecnológica. “Todos los días se ven nuevas formas de ejercer la profesión, no solo en un despacho judicial, sino en la empresa. Hay mucho para aprender y por hacer”.

Finalmente, Andrés menciona que el sello Sabana está presente en todo su desarrollo profesional y personal con la humanidad, integridad y respeto de la Universidad. “En La Sabana no eres uno más. Los profesores y administrativos diferencian a las personas como seres y no solo como estudiantes. Eso es importante, porque se transforman en una familia”.