"Amoris Plena”, una forma de planificar desde el autoconocimiento

Ana Carolina Rojas es médica de la y especialista en Ginecología y Obstetricia de la Universidad de La Sabana. Tiene estudios en métodos de reconocimiento de la fertilidad, a lo cual se dedica, en endocrinología ginecológica y, más recientemente, en educación sexual y afectividad.

Ana Carolina Rojas es médica de la y especialista en Ginecología y Obstetricia de la Universidad de La Sabana. Tiene estudios en métodos de reconocimiento de la fertilidad, a lo cual se dedica, en endocrinología ginecológica y, más recientemente, en educación sexual y afectividad. Además, es miembro activo del movimiento pro - vida colombiano: Ginecólogos por La Vida. En su paso por la Universidad, fue alumna distinguida de su especialización y, con su proyecto de grado sobre los efectos de contagio y las hormonal en la densidad mamaria, obtuvo tesis meritoria.

Su día, sin excepción, empieza con una oración. Aunque pasa la mayoría del día atendiendo a pacientes por consulta interna y externa, por parte de una EPS, trata de pasar todo el tiempo que puede con su familia. Para ella es esencial “tomar ese tiempo que uno anhelaba tanto y realmente hacerlo realidad y no caer en este ciclo vicioso de todo el tiempo es lo mismo de lo mismo; las mismas las metas y se acabó la vida y no pasamos tiempo con los nuestros.” Sus padres, sus hermanas y su sobrinito componen su círculo familiar más cercano.

Ana Carolina ha dedicado su vida profesional a servir y acompañar a otras familias. La metodología “Amoris Plena” que Ana Carolina ejerce se basa en el autoconocimiento del ciclo menstrual. Dado que la fertilidad masculina es constante, conocer y entender los momentos fértiles e infértiles de las mujeres ofrece a las parejas la opción poco convencional; saber cómo funciona los ciclos fértiles. Esto le permite a cada mujer y a cada pareja buscar o posponer el embarazo. Este es un método de reconocimiento de fertilidad o, como es conocido coloquialmente, un método natural de planificación. El proceso se hace a través de varios métodos; de los cuales Ana Carolina enseña dos: doble comprobación y ovulación de bilis.

“Amoris Plena” les ofrece a las pacientes de Ana Carolina alternativas de planificación que no son tan comunes entre las mujeres. Sus pacientes, en especial las parejas, son su más grande motivación; “Me parece que realmente estoy ayudando, que realmente estoy sirviendo. Específicamente cuando los acompañó los esposos; poderles recomendar para que ellos puedan tener una vida plena. Una vida realmente en el amor eso también es muy gratificante.”

Además de esto, Ana Carolina, desde el grupo de métodos de reconocimiento de la fertilidad de la Universidad de La Sabana, del que hace parte junto al doctor Castillo y a la doctora Olga Restrepo, ha hecho parte de una investigación sobre la opinión pública y la percepción de la población en general sobre los diferentes métodos de reconocimiento de la fertilidad. Mensualmente, escribe una columna para el blog de sexualidad “AmaFuerte” en los que habla sobre este tipo de temáticas.

A través de sus redes sociales, @amorisplena.mrf, se ha encargado de generar espacios de enseñanza sobre este tipo de reconocimiento de fertilidad y de planificación. Con los espacios pedagógicos que ha creado, busca fortalecer una educación sexual basada en la sexualidad plena, en la persona, en su totalidad y no viéndola con un cuerpo solamente, sino como lo que es: “una persona con una unidad, cuerpo espiritual que merece todo el respeto, todo el reconocimiento de su dignidad.”

Su paso por La Sabana le enseñó, como afirma Ana Carolina, que un buen profesional va más allá de los conocimientos; “lo más importante es la calidad humana, la ética, el servicio y la vocación. O sea, para lo que uno realmente está llamado”. Para ella, la formación que la universidad le da a cada persona va indicándole a cada uno su propio camino. La formación, tanto ética como académica, “es vital para poder defender lo nuestro y la Universidad provee las dos”.

Entre risas, Ana Carolina afirma que su vocación está enmarcada en haber sido estudiante de La Sabana. “Ser Sabana vale 100% la pena. No me arrepentiría de haber elegido la universidad ni para pregrado ni para posgrado. Dejó huella en mi corazón. Sí, dejó huella en mi corazón y yo creo que eso nunca se va a borrar.”