La tecnología, las aplicaciones móviles y las facilidades de conexión a internet son factores que le han dado un giro a la cotidianidad de las personas. Entradas para el cine, reservas en restaurantes, pagos en entidades bancarias, compras de productos y hasta hacer mercado son algunas actividades a las que se accede con un solo clic. Pero, ¿ha pensado usted en las personas que no conocen estas tecnologías? ¿Cómo se les puede enseñar a usarlas?

Marc Prensky, experto en educación, acuñó en 2001 los términos de inmigrantes y nativos digitales: los primeros nacieron y se educaron antes del auge de las nuevas tecnologías, mientras que los segundos nacieron y se educaron cuando el internet se expandía por gran parte del mundo. De acuerdo con esas categorías, los inmigrantes digitales están alejados de la tecnología y prefieren, por ejemplo, hacer compras de productos en una tienda física.

De acuerdo con Óscar Boude, profesor del Centro de Tecnologías para la Academia y quien ha investigado por más de 15 años la integración de tecnologías en la educación, el uso de dispositivos tecnológicos se deriva de una aceptación cultural de estos elementos en las diversas poblaciones. “Para algunas personas, es difícil aceptar el uso de tecnología porque pueden llevar 40 o más años acostumbradas a hacer las cosas de una manera específica. Pienso que la edad no influye, hay jóvenes a los que les encanta leer libros en papel, y adultos mayores que utilizan muchas aplicaciones móviles en teléfonos de alta gama. Es muy relativo”, aseguró el experto.

Para el investigador, la alfabetización digital es una obligación, porque al ritmo que avanzan las tecnologías es fundamental que todas las personas, sobre todo los adultos mayores, exploren, conozcan y sepan sobre el mundo digital y las posibilidades que les ofrece.

Según la Gran Encuesta TIC de 2017, el 43% de las personas mayores de 55 años no usa internet porque no sabe cómo, y el 63% de las personas de ese grupo se atrevería si le enseñaran.

“Es necesario hacer un mapeo sobre las competencias digitales de los ciudadanos; esto permitirá saber dónde debemos trabajar más fuerte. Es fundamental no solamente garantizar el acceso a los recursos, sino enseñar a utilizarlos de buena manera. El desconocimiento de la tecnología fácilmente puede llegar a excluir a la población de la participación activa en la sociedad”, aseguró Boude.

Los mitos o paradigmas de la tecnología son un elemento determinante que la alfabetización busca eliminar. De acuerdo con Fanny Almenárez, profesora del CTA, deben idearse estrategias debidamente adecuadas para el estilo de aprendizaje. “Algunas personas creen que oprimir una tecla hará que todo el computador se dañe, y sabemos que no es así. Pienso que la edad y el contexto social y cultural de las personas influyen a la hora de formarlos y prepararlos para vivir el mundo digital”, aseguró la educadora.

Andrea Carolina González, subdirectora de procesos de apropiación TIC del MINTIC, considera que la alfabetización digital cobra especial relevancia cuando este público se prepara para tener un primer acercamiento al uso correcto de internet y de los dispositivos. “La estrategia llamada “Redvolución”, por ejemplo, busca que aquellos que son más habilidosos con las tecnologías apoyen a quienes aún no están en esta ola digital, sobre todo para que los inspiren en las maravillas y oportunidades que brinda internet. Este año, hemos beneficiado a 7918 personas mayores de 60 años”, aseguró la experta.