Mauricio Rojas Pérez: un directivo formador y promotor de las personas 

 

Como un hombre con la capacidad de ponerse en los zapatos del otro lo describen algunos. Otros resaltan su agilidad, su capacidad para crear proyectos y desarrollarlos con celeridad. El doctor Mauricio Rojas Pérez impulsa a las personas, dicen a trabajar para alcanzar sus sueños.  

“Mauricio es un apasionado por el comercio, por el servicio y la atención”, afirma Jairo Rodríguez Gil, director general de Portafolio de la Universidad de La Sabana. Esta pasión se refleja en su trayectoria académica: estudió Administración de Empresas en la Universidad de los Andes en Bogotá. También hizo una maestría en Administración de la Integración del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa de la Universidad de los Andes de Venezuela y es graduado del Programa de Alta Dirección Empresarial (PADE) de Inalde Business School. 

Mauricio y su esposa Adriana tienen cuatro hijos: Antonio, Juana, Lorenzo y María José. Tres de ellos estudiaron en La Sabana, “El cuarto me traicionó y se fue a estudiar con la competencia”, dice entre risas. Con ellos comparte la pasión por la navegación que practica asiduamente. 

Durante su trayectoria profesional, Rojas fue subgerente comercial de Suramericana de Seguros, gerente administrativo y de recursos humanos de United Distillers and Vitners, trabajó en el Departamento de Planeación Nacional (Dane), en la cadena hotelera Germán Morales e hijos, y fue gerente administrativo y financiero de JE Rueda.  

Cuando La Sabana estaba en la sede de Quinta Camacho, Mauricio llegó como profesor de cátedra luego de finalizar su maestría en Venezuela. Posteriormente hizo parte del Consejo Superior, al tiempo que mantenía su actividad profesional en la industria de importación de licores como whyskies y ginebras de muy buena calidad. Sobre su vinculación recuerda: “el doctor Álvaro Mendoza, que era el Rector un día me llamó a mi oficina. Yo lo conocía por otros motivos y me dijo: ‘Oiga Mauricio, usted que se ha dedicado todos estos años a emborrachar a la Juventud ¿Por qué no se dedica un tiempo a educarla?’”.  

Así, en 1998, Mauricio se vinculó a la Universidad de La Sabana, primero como administrador general y luego como Vicerrector Administrativo, Vicerrector de Desarrollo y suplente del Rector. “Mauricio fue la persona indicada para el cargo como vicerrector, se necesita a alguien como él, que conozca la universidad, que no solo tenga las habilidades técnicas sino también la calidez humana”, dice Jairo Rodríguez. Rojas, además, fue miembro de los órganos de gobierno de la Clínica Universidad de La Sabana,de Inalde Business School y del Instituto Forum.  

De sus primeros días en la Universidad Mauricio recuerda que “en esa época los estudiantes de La Sabana tenían una cosa que los distinguía en el calzado y era que tenían una raya amarilla al rededor. Lo estudiantes que llegaron primero aquí fueron los de Comunicación, esto estaba sin pavimentar, Cuando llegué, había muchas cosas por hacer y ahí fue donde empecé a empujar en la universidad ya en el campus”, recordó el doctor Mauricio Rojas.  

A Mauricio Rojas se deben importantes transformaciones en la gestión académica, administrativas y financiera. También la renovación tecnológica con la implementación de la plataforma SIGA y la implementación de un modelo de gestión para la educación virtual por medio del proyecto Unisabana E-learning.

También puso en marcha el PIAMI, proceso que integra todas las etapas desde la promoción hasta la inducción de estudiantes de pregrado y posgrado, la definición del modelo de prospección financiera, el establecimiento del escalafón administrativo con un sistema de evaluación de desempeño, desde el Modelo de Competencias Laborales y Valores Institucionales. 

También es artífice del programa Aprendamos a Trabajar (PAT), un proyecto de carácter social que brinda a los estudiantes con necesidades económicas y buen rendimiento académico la posibilidad de formarse para el trabajo con competencias personales, humanas y técnicas necesarias para su futuro desempeño profesional. “Nació de atender oportunamente a los estudiantes, de atender la necesidad en el momento oportuno. Usted aprende más con la gente estando con ellos”, dice, refiriéndose al Programa. 

Además, su acción directiva se materializa en la prospección del Plan Maestro del Campus del Puente del Común. El doctor Rojas también trabajó en la creación del Programa de Ahorro Programado y el Fondos de Solidaridad Pensional. En cada proyecto que creó dejó su sello. “Es una persona que maneja contextos amplios, es decir, su gestión y su óptica no iban a lo mismo, sino que tenía unos contextos nacionales importantes e internacionales también. Todos los proyectos que sacaba adelante hacían que la universidad fuera más estructurada desde el punto de vista organizacional, tecnológico, de crecimiento del Plan Maestro y de los procesos de mercadeo”, mencionó el doctor Rodríguez Gil.  

Su trayectoria en La Sabana, marcada por su administración, gestión y creación de proyectos. Uno de los logros de los cuales se siente más orgulloso está precisamente en la administración de la Universidad: “Lo significativo fue aplicar ideas administrativas de organización, de coordinación, de trabajar en equipo, de lograr que la gente aportara lo mejor y de hacer liderazgo”, menciona. 

También es reconocido por su labor como asesor académico de los estudiantes, un rol en el que brillaron su calidez humana y su empatía. Su cercanía con los estudiantes ha sido por las asesorías y por su trabajo como docente de Planeación y Organización. “En la última etapa de su actividad en La Sabana, una de las cosas que le apasionaba era tener asesoría con estudiantes de Administración de Empresas, Economía y Negocios Internacionales, personas que coincidían con su disciplina. Mauricio era muy solicitado. La asesoría se da los primeros semestres, pero había gente en los últimos semestres que continuaba buscándolo para eso, incluso ya graduados lo buscaban y lo siguen buscando”, añadió el doctor Rodríguez Gil. 

Siempre tuvo como norma propia la idea de que si alguien le pedía una cita era para atenderla lo más pronto posible. “Los estudiantes son lo primero, por lo tanto, en la asesoría académica, yo hacía el esfuerzo de privilegiar el tiempo. Eso de que somos personas no es un lema, es la realidad y es el centro de la universidad”, dice con convicción Rojas. 

Si algo lo caracteriza en su trabajo es la fusión entre el corazón y la exigencia. “Haber trabajado con Mauricio Rojas Pérez representa un valor agregado en la vida, porque es de ese tipo de personas que es formadora. No es quien pide los resultados por pedir resultados, sino que hace mucho feedback”, agregó el doctor Rodríguez Gil. 

Él, por su parte, se define así en este aspecto: “Soy cálido, soy muy fuerte, pero al final esa calidez se refleja en que respeto a las personas y a su libertad”. 

El doctor Mauricio Rojas tiene el sello Sabana. Agradece a la universidad por todo el tiempo que le permitió estar allí aportando al crecimiento y transformación institucional, agradece a su familia y a la comunidad universitaria, y le agradece a Dios por permitirle ser feliz. Para él, ‘Ser Sabana vale la pena’ significa: “Comportarse con esos valores que son de una cultura. Vale la pena luchar y que vale la pena porque esto sea una realidad”.