Con el apoyo de los padres, los experimentos se convierten en recursos muy útiles y entretenidos.

Las habilidades científicas son las capacidades que tenemos las personas para conocer, comprender y explicar los fenómenos que se presentan en la naturaleza. De acuerdo con Carlos Humberto Barreto, director de la Licenciatura en Ciencias Naturales, estas pueden desarrollarse desde las actividades cotidianas en nuestras casas, con el apoyo de la familia. “En muchas situaciones, es importante que el niño tome los datos y los registre en un cuaderno, que llamaríamos el diario de campo. Debe recordarse que, como adultos, debemos promover una pregunta del tipo: ¿por qué se dieron esos resultados y no otros? Esto es fundamental para empezar a explicar los fenómenos de la naturaleza”, comentó el profesor Barreto.

Además, el profesor señala que existen múltiples herramientas que pueden servirles a los padres de familia para que los niños promuevan su pensamiento científico. “Desde la casa pueden utilizarse instrumentos de observación, como lupas, microscopios, telescopios; también son provechosos los instrumentos de medición: reglas y goteros. Es importante dejar que el niño se plantee preguntas, más que responderlas”, añadió Barreto

Algunas recomendaciones para los padres de familia

El decálogo de las preguntas…

Vamos a hacer preguntas de lo que haremos en el día, que inicien así:

1. ¿Qué…?

2. ¿Cómo…?

3. ¿Por qué…?

4. ¿Dónde…?

5. ¿Para qué…?

6. ¿Qué pasaría si…?

7. ¿De qué manera…?

8. ¿Cuál…?

9. ¿Cuánto…?

10. ¿Cuándo…?

Así, los niños podrán recurrir a un proceso de inferencia y de primeras ideas, frente a los sucesos que observan.

Propicia espacios de experimentación en el hogar. 

Con materiales sencillos que tengamos en casa, podemos llegar a descubrir grandes opciones para desarrollar y estimular el pensamiento científico en los niños.