Juana Acosta: retos y desafíos de la mujer actuando con la razón y el corazón

Si hablamos de retos y desafíos, Juana Acosta ha estado presente en situaciones de alto impacto, no solo para nuestro país, como lo fue su rol en la Mesa de Diálogo y Negociación de La Habana, sino también en diferentes tribunales internacionales.

Uno de los desafíos más importantes que ha enfrentado a lo largo de su carrera fue cuando, siendo una joven de 24 o 25 años, tuvo que asumir el liderazgo del equipo de litigio interinstitucional, ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y los Comités Convencionales de Naciones Unidas. Este era un equipo conformado en su mayoría por hombres de otros ministerios, de edades mayores y militares, por lo cual el desafío fue precisamente su condición de mujer y joven. El reto fue superado gracias al trabajo bien hecho, trabajando apasionadamente y cumpliendo las exigencias, señaló la profesora Juana Acosta.

Juana es reconocida por la defensa de causas como el derecho a la vida, la libertad religiosa, entre otras. Y hoy, en medio de las decisiones de la Corte sobre el aborto, es uno de los referentes más importantes en el derecho a la vida del no nacido, gracias al trabajo que ha realizado de la mano con los estudiantes de la Línea de Persona y Familia de La Clínica Jurídica de Interés Público y Derechos Humanos de la Universidad de La Sabana, en conjunto con la profesora Ana María Idárraga, coordinadora de la línea. “Poder estar al servicio de estas causas, de la protección de los derechos, de los que para mí son los más indefensos, como el ser humano no nacido, ha sido una motivación de convicción. La convicción de que lo que estamos haciendo es lo justo, de que todos los seres humanos tienen la misma igualdad, la misma dignidad y la garantía de luchar por sus derechos, sin discriminación alguna”.

Dichas causas, que a raíz de los diferentes pensamientos y movimientos sociales pueden parecer contracorriente, van más allá de la religión. De acuerdo con la profesora Acosta, esas causas están alineadas con sus valores y creencias personales, por lo cual considera que con sus conocimientos puede ser una pieza pequeña en la contribución a lo que considera justo. “Yo creo que tengo un papel y una misión en estas causas; es un papel pequeño, como todos. Como en un gran pentagrama en el que el Señor pone las notas y cada una suena con una melodía específica que puede parecer minúscula, pero que, al final, forma parte de una gran obra maravillosa”.

Ir aparentemente contra la corriente puede resultar desafiante, pero, además de su convicción, la gente que la rodea: su familia, equipo de trabajo y amigos, son un apoyo fundamental para mantenerse firme en ciertos escenarios, para alzar su voz y expresar lo que piensa. “Para mantenerse firme creo que uno tiene que hacerlo con mucha caridad, amando, entendiendo y respetando al otro y sus opiniones, aunque sean muy diferentes a las nuestras, pues si no tenemos un mundo con ideas distintas, sería muy difícil construir soluciones legítimas en las sociedades”.

Gracias a la convergencia de los diferentes pensamientos y posturas, es posible desarrollar un pensamiento auténtico y crítico de la realidad y del mundo que nos rodea. Con relación a esto, Juana envía un mensaje a los jóvenes para que no den nada por sentado y revisen muy bien lo que dicta su corazón, lo que realmente creen que es justo, correcto y verdadero. Así hallarán su propósito, donde puedan expresarse libremente, independientemente de los resultados, los juicios de los demás y las etiquetas. “Busquen esos espacios que los hagan sentir auténticos, donde puedan ser lo que son sin máscaras y ese es el lugar donde seguramente ustedes tienen que estar”.

Y a las mujeres les recuerda que no importa donde estén “Busquen su lugar, que puede estar en distintas partes. Yo creo que debe haber mujeres que tienen la misión de estar liderando en las empresas, en el gobierno, en la política, pero también existen otras mujeres cuya misión es distinta y que están en lugares más silenciosos, cumpliendo misiones tan o más importantes que estas”.

En estas fechas en las que conmemoramos el Día Internacional de la Mujer y en una época definida por la exposición y el surgimiento de diversos movimientos e iniciativas en pro de la defensa de los derechos de la mujer, según afirma la profesora Acosta “Es cuando más debemos reflexionar, seguir luchando por los derechos de las mujeres, pero hacerlo pensándolo todo en su justa dimensión y su integralidad, y no simplemente dejándose llevar por luchas particulares que pueden no ser las más justas para todos los seres humanos involucrados”.