Tras la pandemia la Dirección de Operaciones identificó una falta en la gestión eficiente de los residuos eléctricos y electrónicos, especialmente tras el aumento de estos por renovaciones. 

Para hacer frente a dicha situación, en la Maestría en Gerencia de la Innovación, las graduadas Janneth Suárez y Carolina Almanza desarrollaron un trabajo investigativo que consistió en la disposición adecuada de residuos eléctricos y electrónicos. 

El proyecto consistió en la disposición adecuada de los residuos con un modelo de economía circular en alianza con Rebobina, empresa colombiana de consultoría en sostenibilidad, con quienes se desarrolló una propuesta en donde la proyección ambiental, beneficio a la comunidad y ante todo trazabilidad y transparencia fueron determinantes. 

^{Janneth Suárez y Carolina Almanza sosteniendo el reconocimiento para la Universidad de la Sabana como "Empresa Sostenible en manejo de Residuos Electrónicos y Siembra de Árboles" de parte de Rebobina}

Así, con la investigación pertinente y los inventarios iniciales de recursos se plantearon las estrategias para que la comunidad universitaria hiciera parte del proyecto. El propósito de involucrar a la comunidad está alineado con la quinta prioridad estratégica de la universidad: la Ciudadanía inspiradora. 

"Este proyecto, al colocar los medios para que se vivan los hábitos hacia el cuidado del medio ambiente, permite hacer que la comunidad se sienta comprometida e identificada, logrando un campus a escala humana”, mencionaron Janneth y Carolina. 

La investigación enfocada a economía circular, con la aplicación de proyecto logró que la Universidad de La Sabana recibiera el reconocimiento como Empresa Sostenible en manejo de Residuos Electrónicos y Siembra de Árboles de parte de Rebobina. Esta distinción refleja el compromiso de la universidad con la sostenibilidad y la innovación, enalteciendo el esfuerzo e ingenio de las estudiantes, quienes compartieron los detalles tras el proyecto que le apunta al desarrollo de un #Campus3S.

El resultado final, fue un proyecto de gestión de residuos que inicia con la comunidad universitaria, a través de los puntos de disposición de residuos eléctricos y electrónicos que se encontraron en el campus. El proyecto continuará en la Dirección de Operaciones, quienes trasladan los desechos a Rebobina, la empresa luego separa los residuos plásticos y metálicos. Estos se llevan a empresas de plásticos y a siderúrgicas para darles una segunda vida. Lo que se produce permite darles otra oportunidad a equipos en mal estado y luego se entregan a quienes los necesiten, completando el ciclo de economía circular. 

Sumado a esto, por cada tonelada entregada se mide la cantidad de CO2 que se deja de emitir por el adecuado tratamiento de los residuos. Luego, estas toneladas se traducen en árboles sembrados en nombre de la Universidad, completando el proceso. 

Para marzo de 2024, el punto de recolección en el edificio AD Portas junto con los inventarios de la Dirección de Operaciones han permitido que 22 toneladas de residuos pasen por el proceso. Así, pronto se sembrarán 50 árboles en nombre de la Sabana. Estas, son iniciativas que siguen sumando al desarrollo de un #CampusSostenible.