En medio de la pandemia ocasionada por el COVID-19, la resistencia a la vacunación se convirtió en todo el mundo en un desafío significativo para la salud pública. A medida que los científicos y expertos en salud trabajan arduamente para desarrollar y distribuir vacunas efectivas, apareció una barrera adicional: la desconfianza y la resistencia de una parte de la población hacia la inmunización.

Erwin Hernández, médico y profesor de la Universidad de La Sabana, Ph. D. en investigación clínica, magíster en atención primaria en salud y en gobierno y dirección del sistema sanitario, expone algunas estrategias efectivas que fomentan la aceptación de la vacunación en la población colombiana.

La pandemia ha puesto sobre la mesa de discusión la trascendencia de vacunarse y expone la necesidad de brindar una educación adecuada por parte del personal sanitario, con el fin de contrarrestar el efecto negativo de algunos líderes de opinión e influenciadores que se resisten a la vacunación, sin tener conocimientos sólidos.

Es necesario precisar que la vacunación ha sido una de las herramientas más efectivas en la historia de la medicina para prevenir enfermedades y salvar vidas. A lo largo de los años, la humanidad ha sido testigo de cómo las vacunas han erradicado enfermedades mortales y han reducido de manera significativa la incidencia de otras.

Sin embargo, en la era de la información y las redes sociales, aparece un nuevo desafío: la propagación de información errónea y la desinformación sobre las vacunas, entre otros asuntos relacionados con la salud. Estos, sin respaldo científico y conocimientos suficientes, llegan masivamente y generan preocupación entre la comunidad médica.

Dichas fuentes de información generan confusión y desconfianza en la población, lo cual desencadena más resistencia a la vacunación, que no es un fenómeno nuevo. En la historia de la humanidad siempre ha existido temor hacia la inmunización de enfermedades y diversos grupos se han opuesto. Sin embargo, solo cuando llegó la pandemia del COVID-19, tal resistencia se notó más.

Así, es crucial que el personal de salud cumpla un papel fundamental para educar a la población sobre la trascendencia de la vacunación. En definitiva, solo este personal, más allá de administrar vacunas, tiene el conocimiento necesario para brindar información precisa y basada en la evidencia científica que conduzca a desmitificar esas ideas.

Se ha demostrado que la educación por parte del personal sanitario es fundamental para contrarrestar la resistencia a la vacunación. Por lo tanto, es necesario que se comuniquen los beneficios de las vacunas de manera clara y comprensible, así como los riesgos asociados si se evita la vacunación.

Para abordar este desafío, es necesario implementar estrategias efectivas que fomenten la aceptación de la vacunación en la población durante una epidemia, como:

Campañas de comunicación: son fundamentales para dar información clara y precisa sobre la relevancia de la vacunación. Estas deben estar respaldadas con evidencias científicas y se deben utilizar canales de comunicación accesibles para llegar a los diferentes segmentos de la población.

Participación de líderes comunitarios: estas personas desempeñan un papel crucial en la influencia y persuasión de sus seguidores. Trabajar en colaboración puede ayudar a difundir información precisa sobre la vacunación, contrarrestando la desinformación que hay en la población.

Acceso equitativo a la vacunación: es necesario garantizar que la vacunación esté disponible en todos los segmentos de la población. Esto implica abordar las barreras económicas, geográficas y culturales que dificultan el acceso a las vacunas.

Fortalecimiento de la confianza en los sistemas de salud: es esencial fortalecer la confianza, tanto en la población como en los profesionales sanitarios, sobre todo con una comunicación transparente, la promoción de la ética y la demostración de resultados favorables de la vacunación a lo largo del tiempo.

En conclusión, la resistencia a la vacunación en la población (principalmente en época de epidemias o pandemias) es un desafío que debe abordarse de manera integral. Si bien debe atenderse con un proceso juicioso de pedagogía, también debe comprender a todos los actores implicados.

Tal resistencia afecta a los individuos que quedan vulnerables ante las enfermedades. Además, hay riesgos de consecuencias nefastas para la salud pública, como los brotes de enfermedades prevenibles, que aumentan la carga sobre los sistemas de salud y ponen en riesgo a aquellos pacientes que no pueden recibir vacunas, debido a las condiciones médicas subyacentes. También, esta situación (no vacunarse) prolonga las crisis sanitarias y dificulta la recuperación económica y social de la población afectada.

Referencias:

Hernández E, Lamus F, Díaz D, Rojas K, Torres J, Acevedo L. Resistencia de la población hacia la vacunación en época de epidemias: a propósito de la COVID-19. Rev Panam Salud Pública. 2022.

Es crucial que el personal de salud cumpla un papel fundamental para educar a la población sobre la trascendencia de la vacunación. En definitiva, solo este personal, más allá de administrar vacunas, tiene el conocimiento necesario para brindar información precisa.