Una educación crítica que vaya de la mano de la psicología educativa, una de las claves del aprendizaje de hoy

El libro “Los problemas contemporáneos en psicología educativa” es producto de la investigación realizada por 5 universidades diferentes que se encontraron para analizar el papel de la psicología educativa en el contexto escolar tradicional y en el campo extra escolar, mostrando la diversidad de aproximaciones metodológicas para la producción de conocimiento.

Si bien es cierto que, desde muy temprano, el campo de la psicología científica se preocupó por buscar la manera de aplicar los conocimientos psicológicos en la resolución de los problemas educativos y a modo grosso en la mejora de las prácticas educativas, esta recopilación de investigaciones ha logrado despertar el interés por entender el rol del psicólogo educativo en el contexto escolar tradicional y extraescolar.

En ese sentido, lo que pretende en realidad, es mostrar que la psicología educativa como una disciplina de naturaleza aplicada, está estrechamente comprometida con el desarrollo de una estructura de conocimiento sólida y coherente en el escenario extraescolar.

El rol del psicólogo educativo en la educación colombiana

Para Diego Efrén Rodríguez Cárdenas, decano de la Facultad de Psicología y editor del libro, el rol del profesional en nuestro país es un gran reto. “Cuando se concibe la educación como un proceso social, el psicólogo educativo enfrenta grandes retos, ya que debe buscar nuevos enfoques, nuevos métodos de investigación y nuevas formas de generar ese conocimiento”, afirma.

En pocas palabras, el papel del psicólogo educativo debe estar encaminado a propiciar el desarrollo del aprendizaje de las personas en el contexto educativo formal y no formal. “Las personas realmente no solo aprendemos en los contextos académicos y en los espacios escolares particulares, aprendemos también en toda nuestra vida, cuando interactuamos con amigos, cuando vamos a un museo, es allí donde estamos inmersos en procesos de aprendizaje”, aseguró Rodríguez.

Por lo tanto, en la medida en que el psicólogo pueda comprender estos procesos de aprendizaje informal y pueda incidir en ellos, podrá aportar en su mejora. En ese sentido, para Olga Romero, profesora e investigadora de la Universidad Católica y una de las autoras que aportaron al desarrollo conceptual del libro, el mayor reto que enfrenta el psicólogo educativo de hoy es la formación interdisciplinaria que debe tener como prioridad en su formación, otras disciplinas como la historia, la economía, la política, la antropología y la sociología.

De otro lado, al referirse a los problemas contemporáneos, que son abordados en el texto, la profesora Romero asegura que, en ese abordaje de temáticas, la cultura cobra gran validez. Precisamente, al entender cómo la red de significados que se forjan con la cultura, están de algún modo naturalizados en los seres humanos y que gran parte del problema radica en que no nos fijamos en la red de significados en la que vivimos cotidianamente.

Por eso, habla de la importancia de una educación crítica. “A veces la educación se limita a reproducir unas redes de significado sin mucha visibilidad y conciencia de estas redes, educamos reproduciendo un sistema sin que pase por una perspectiva crítica”, aseguró Romero.

Entonces, se habla del aporte que le significa a la educación una psicología critica. Que se perciba desde los vínculos que tiene hacia las ciencias sociales, y que permita que la educación sea consciente del verdadero rol del psicólogo, al entender esos vínculos con las ciencias sociales, que le permitirán plantear y reflexionar sobre el papel de la educación. Básicamente, una educación que se empeñe en conocer y visibilizar esas dinámicas sociales y al mismo tiempo sea partícipe en la transformación y visibilidad de las ideas que se relacionan a veces con el abandono de los valores dentro de una estructura, como lo es la familia.

Finalmente, la clave está en no centrarnos solamente en el problema del aprendizaje en el contexto escolar, como lo ratifica el decano de Psicología, “se trata de poder ampliar ese concepto a problemas de aprendizaje, desarrollo y procesos de socialización que ocurren en espacios formales y no formales. Si lo entendemos así, podemos incluir los grandes cambios e innovaciones culturales que están sucediendo en el mundo impulsados por el desarrollo tecnológico y que están incidiendo de algún modo en la forma como aprenden las personas de hoy”, concluyó.