Hablar de dependencia emocional parece un tema común en las conversaciones entre amigos o parejas, con frases como “parecen chicles”, “¿y dónde dejaste a tu amor?”, “oye, qué raro verte solo”; expresiones que podrían ser el pan del día a día. Sin embargo, preguntas como ¿realmente esto es la dependencia emocional? o ¿quiénes podrían ser más propensos?, parecían no tener respuesta.

Con base en el interés de Camilo Delgado, Yuri Natalia Rodríguez, Mariana Cardona y Laura Viviana Marroquín, estudiantes del Semillero de Innovaciones en Psicometría, Medición y Evaluación de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Sabana, se planteó el estudio Diferencias en la dependencia emocional en una muestra de personas de la población colombiana.

El profesor Fernando Riveros, director del Semillero, comentó a Campus: “Sobre este tema se habla mucho y nosotros queremos hacer ciencia de lo que parece sentido común”. De este proyecto, también hizo parte Luis Enrique Prieto, codirector del semillero y profesor.

El estudio contó con la participación de 674 colombianos, de los cuales el 66.8% eran mujeres y el 33.2% varones. La iniciativa surgió después de un primer acercamiento con universitarios, que permitió analizar el instrumento previsto para la implementación y luego adaptarlo en la población en general. En este proyecto final fueron consultadas personas en las regiones de la Costa Caribe, Bogotá y Sabana Centro; Antioquia y los Llanos Orientales.

Para modificar este patrón de comportamiento, el profesor Riveros sugiere acudir a terapias de pareja o a entrenamiento de la inteligencia emocional.

Por su parte, Ernesto Martín Padilla, experto sobre el tema y director de la Maestría en Psicología de la Salud y la Discapacidad de la Facultad de Psicología, explica que “las parejas tienen una primera etapa de enamoramiento, en que se idealizan y pierden el interés por otras áreas; pero esa dependencia no es real y debe dar paso a un conocimiento mutuo más profundo, en el que se acepten las diferencias. Después de esta etapa, se crean relaciones sociales e intereses comunes; pero, además, cada uno necesita promover sus propios intereses y metas personales. La pareja madura hacia una interdependencia, o sea, a compartir, pero también a respetar y acompañar los intereses del otro, evitando la dependencia, y que se pierdan los vínculos y propósitos de cada uno”.

 ¿Qué es la dependencia emocional? 

La dependencia emocional se refiere a los patrones excesivos de búsqueda de relaciones sentimentales muy cercanas, para satisfacer necesidades emocionales insatisfechas. Este tipo de relaciones pueden ocasionar baja autoestima, idealización de la pareja, angustia y malestar, pues ya no se concibe la vida sin la otra persona.

De acuerdo con los investigadores, los siguientes son tres tipos de dependencia emocional:

 Convencional: personas pasivas o sumisas; son manipulables y permiten dinámicas de abuso.

 Vinculación oscilatoria: se buscan relaciones sentimentales cuando se presenta la necesidad de recibir afecto.

 Dominante : esta consiste en la manipulación y dominación hacia la pareja con acciones de menosprecio e imposición. De este modo, poseen el poder en la relación.

_{Fuente: Del Castillo, Hernández, Romero e Iglesia, 2015}

¿Cuáles fueron los resultados?

• En la unión libre existe una dependencia emocional mayor.
• Las personas que se encuentran conformando una pareja estable tienden a presentar en mayor medida la dependencia emocional.
• A mayor número de relaciones, mayor tendencia a la dependencia emocional.
• El rango de edad, el sexo, el estado civil, la estabilidad y el número de relaciones de pareja son predictores de la dependencia emocional.
• Los jóvenes presentan mayores niveles de dependencia emocional.
• Los hombres tienen mayores niveles de dependencia emocional.

Se espera una segunda etapa de la investigación, que tendrá como objetivo analizar, de acuerdo con las regiones del país, cuáles podrían ser más propensas a la dependencia emocional