¿Cómo comprender el trabajo informal?

Uno de los factores que eleva las cifras de vendedores ambulantes se debe a la falta de oportunidades y al poco acceso a la educación. De 100 colombianos, 56 no completan la educación secundaria.

En esta investigación de profesores de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas, se evidencia una comprensión del trabajo informal, relacionado con las ventas ambulantes en áreas urbanas.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), para el último trimestre de 2019, el 46.5 % de la población colombiana estaba conformada por trabajadores informales. Street vendors in Bogotá, Colombia, and their meanings of informal work es el título de la investigación de César Augusto Bernal y Ulf Thoene, ambos profesores de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas, y María Claudia Peralta, psicóloga social. En esta investigación, se evidencia una comprensión del trabajo informal, relacionado con las ventas ambulantes en áreas urbanas, como consecuencia del desempleo y del desplazamiento interno producto del conflicto armado y el posconflicto que vive el país.

Uno de los hallazgos más novedosos de esta investigación es que los vendedores ambulantes ven su trabajo como un servicio a la sociedad, pero sienten el rechazo y la exclusión de esta. “La venta ambulante les permite disfrutar de un cierto grado de independencia y, al mismo tiempo, de un sentimiento de pertenencia”, explica el profesor Ulf.

Los vendedores ambulantes son la máxima representación del trabajo informal, pues, aunque se encuentran “empleados” y obtienen ingresos económicos, no cuentan con bienestar debido a la falta de estabilidad laboral, sobre todo en tiempos de COVID-19. Por ello, en el 2019 se aprobó la Ley 1988, la cual busca establecer una política pública que garantice la convivencia en el espacio público y el respeto a la dignidad humana, y les brinde la posibilidad de obtener un capital semilla que mejore su estabilidad económica y financiera.

“Un número considerable de personas en Bogotá y en toda Colombia optan voluntariamente o se ven obligadas a ganarse la vida en el sector informal”, continúa explicando el profesor Ulf al equipo de Campus. Así, el mercado laboral informal representa una vía de escape y, en algunos casos, puede permitir que las personas desarrollen un espíritu empresarial. Sin embargo, el empleo informal también deja muy claros los límites de los sistemas de seguridad social y de educación en Colombia.

De hecho, uno de los factores que eleva las cifras de vendedores ambulantes y, en general, de trabajos informales en el país, se debe a la falta de oportunidades y al poco acceso a la educación. De 100 colombianos, 56 no completan la educación secundaria. A pesar de estas cifras, la investigación reveló que los vendedores ambulantes tienen diversos antecedentes educativos. Algunos de ellos, incluso, tienen título profesional. Una conclusión que surge es que las relaciones tensas en un trabajo formal y la falta de oportunidades impulsan a optar por el sector informal.

Las condiciones laborales en trabajos formales, la falta de tributación y prestaciones sociales, la escasa educación, además de una política pública relativamente nueva, conllevan a que casi la mitad de la población colombiana actualmente haga parte del sector laboral informal.

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