En medio de la pandemia… y para siempre

Características de una empresa familiarmente responsable

La pandemia producida por el COVID-19 ha generado grandes cambios económicos, políticos y sociales. Esto ha llevado a las empresas a enfrentar nuevos retos. Algunas han tenido que repensar el core del negocio; otras, han tenido que hacer cambios en el portafolio de sus productos y servicios. Pero un reto en común a la que todas las organizaciones se han visto enfrentadas en este momento es el manejo del personal dentro de la pandemia.

Algunos estudios de los últimos años, evidencian que “Los empleados que trabajan en organizaciones que brindan apoyo familiar, disminuyen la intención de dejar la empresa” (Kim, Las Heras & Escribano, 2018). Igualmente, en las organizaciones familiarmente responsables, se disminuye la percepción del conflicto familia-trabajo, la intención de dejar la empresa y, por el contrario, aumentan el compromiso con la organización y la satisfacción laboral (Allen, 2001). En este sentido, como lo mencionan Kim et al (2018), el equilibrio entre familia y trabajo “paga”.

Pámela Leyva Towsend, profesora del Instituto de La Familia, presenta estas recomendaciones a las empresas para lograr ser familiarmente responsables en esta coyuntura.

1. Organizar la casa: realiza un listado de las políticas de bienestar que se encuentran vigentes actualmente en tu organización e identifica las poblaciones a las que están dirigidas (por ejemplo, licencia de flexibilidad de espacio que aplica para cargos administrativos que no tienen contacto directo con clientes, etc.).

2. Conocer a tus empleados: realiza una caracterización de la planta de personal. Esto permite identificar grupos poblacionales con requerimientos específicos, así se puede conocer si existen grupos con necesidades particulares que necesitan apoyo por parte de la organización (por ejemplo, empleados que tienen a cargo el cuidado de adultos mayores o alguna persona con discapacidad).

3. Poblaciones o necesidades que no se han tenido en cuenta: con base en los resultados obtenidos de los dos primeros ejercicios, diseña programas y/o capacitaciones, y realiza ajustes en los procesos (por ejemplo, en los horarios), que puedan servir a tu personal, sobre todo en la situación actual. Conferencias sobre armonización familia-trabajo, reuniones efectivas, cuidado de adultos mayores, finanzas personales, etc., pueden ser de gran utilidad en esta época y, algunos, no requieren grandes inversiones.

Promover la apertura: promueve en los líderes la disposición para escuchar al personal que tienen a cargo, en temas tanto laborales como personales y familiares.

4. Identificar buenas prácticas y promoverlas: habla con los líderes de tu organización y pregúntales cómo ha sido su relación con el personal, y cómo han manejado las situaciones a las que se han visto enfrentados. Identifica las buenas prácticas, reconócelas y promuévelas en otras áreas.

5. Promover la apertura: promueve en los líderes la disposición para escuchar al personal que tienen a cargo, en temas tanto laborales como personales y familiares. En este sentido, es importante que las personas que tengan personal a cargo conozcan las políticas y beneficios con los que cuenta la organización, y los procesos y las áreas encargadas, para poder orientar a su personal cuando este lo necesite.

6. Promover la autonomía de los colaboradores: promover la autonomía en los colaboradores implica confiar en ellos y en la forma en la que realizan su trabajo. Esto puede conllevar a disminuir la intensidad en la que se realiza el seguimiento (menos llamadas, reuniones e informes).

7. Trabajo en equipo: recuérdales a los líderes la importancia de promover el trabajo en equipo y de mantener una comunicación fluida entre sus miembros. Igualmente, es importante:

a. Acordar con los miembros del equipo los horarios que se van a manejar. Esto permite establecer límites para el trabajo, el descanso y la familia, etc.

b. Establecer horarios inteligentes para las reuniones. Como líder, se puede identificar, con base en las dinámicas personales, familiares y laborales de los miembros del equipo, las franjas en las que es más apropiado realizar las reuniones.

c. Respeto entre los miembros.

  • Promover el respeto por los tiempos de descanso (llamadas, chats, correos, etc.).
  • Promover el respeto y el apoyo hacia otros miembros que puedan estar pasando por situaciones complicadas.

d. Promover la creatividad y la flexibilidad: el contexto actual está exigiendo pensar una nueva forma de hacer las cosas y de hacer cosas nuevas. En este sentido, la creatividad y la flexibilidad son indispensables. Oír a los diferentes miembros del equipo permite tener más opciones para solucionar problemas, desarrollar nuevos productos y servicios, etc. Igualmente, se debe ser flexible en los nuevos tiempos de respuesta que exige el entorno y las particularidades del equipo de trabajo.

e. Flexibilidad en realizar reuniones efectivas. En algunos casos, el no estar acostumbrados a manejar la virtualidad se puede ver reflejado en un exceso de reuniones, en las que, además, se exponen muchos temas, se evacúan pocos y toman mucho tiempo. En este sentido, es importante recalcarles a los líderes:

  • Realizar reuniones solo cuando sean necesarias.
  • Identificar quiénes deben asistir (a veces se convoca personal que no es requerido).
  • Establecer una agenda para la reunión (previamente).
  • Respetar el tiempo establecido para la reunión