Con el propósito de mejorar el clima del aula y la calidad de vida de los estudiantes, Ángela María Romero, estudiante de la Maestría en Desarrollo Infantil, realizó por primera vez en el país un estudio científico que explora la correlación entre el mindfulness (también conocido como la atención plena al momento presente) y el comportamiento impulsivo de los niños. “Este programa conecta con el presente por medio de la respiración, invita a ser consciente de cada momento y de la experiencia -desde un plano sensorial- para vivir la vida con plenitud”, afirmó Ángela.

Jon Kabat Zinn, médico y profesor universitario estadounidense, fue el primero en implementar este programa en la Clínica de Reducción del Estrés de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos), hace más de 40 años. El resultado fue favorable para disminuir el estrés y los síntomas de dolor y depresión en los pacientes que lo practicaron. A partir de sus hallazgos, el mindfulness se extendió por diferentes países y empezó a ser aplicado en el contexto escolar.

Dentro de la investigación de la profesora del colegio Los Pinos, Ángela María, los niños disminuyeron los comportamientos impulsivos. “Se evidenció una mayor regulación en sus respuestas reactivas, las cuales terminaban desencadenando fricciones entre los pares o con los profesores. También, se mejoraron las respuestas desencadenadas por las emociones primarias, se tomó una mayor consciencia para reflexionar antes de responder y, en consecuencia, se obtuvo un resultado benéfico en el clima escolar”, expresó.

Aunque al comienzo el trabajo investigativo se desplegó con niños de grado primero, el resultado fue tan favorable que se extendió desde preescolar hasta grado segundo, pues se buscaba brindar herramientas para aumentar la regulación de las emociones de los niños, sobre todo en la época de la pandemia.

“Se habilitó en el muro de la página virtual del colegio un espacio para intercambiar experiencias que invitaran a practicar el mindfulness en situaciones en las que se sienten invadidos por la tristeza, la preocupación, la angustia y las emociones que suelen generar sensaciones desfavorables”, comentó Ángela. De igual forma, ella señala que el principal reto de los niños es mantener la esperanza de que todo estará mejor y que pronto volveremos a reencontrarnos.

“En esto último, el mindfulness tiene un aporte relevante que consiste en invitar a vivir el presente con la consciencia de disfrutar ese momento con plenitud, viviendo un día a la vez, pensando que en cada experiencia se encuentra una respuesta de resignificación y transformación enriquecedora de nuestro ser”, concluyó Ángela.