Un emprendimiento sobre ruedas 

Daniel Domínguez, comunicador social y periodista graduado de la Universidad, es un apasionado por el ciclismo en Colombia. Mientras cursaba su pregrado, decidió tomar el camino del emprendimiento dirigido al deporte y, así, nació su fundación Ciclismo Capital. Alumni Sabana lo entrevistó para conocer más a fondo esta iniciativa.

¿Qué es Ciclismo Capital?

Es un equipo de ciclismo juvenil. Contamos con las categorías prejuvenil (15 y 16 años) y juvenil (17 y 18 años). Competimos en las carreras del calendario nacional de la Federación Colombiana de Ciclismo. Carreras como la Clásica Esteban Cháves, Clásica Soacha, Rionegro, Cómbita, Nairo Quintana, Copa Boyacá Raza de Campeones, Clásica Fontibón, entre muchas otras.

¿Cómo nació este emprendimiento?

Debía buscar una noticia para una materia de tercer semestre de Comunicación Social y Periodismo. Por una conocida de mi madre, me enteré de un muchacho de 14 años que era ciclista. A partir de ahí, vi cómo a pesar de que el ciclismo formativo del país está desbordado de talento, en el World Tour Colombia no demuestra ser una consolidada potencia. Decidí cambiar esto, y hacerlo realidad. Ahí me puse manos a la obra para sacar la Fundación. Fue un proceso difícil. Nuestra intención es ayudar a cuantos más niños/ jóvenes sea posible, para acercarlos a su sueño de ser ciclistas profesionales.

¿Qué es lo que más te apasiona en tu fundación?

Ayudar a otros y tener un impacto en la sociedad y en el país. Con Ciclismo Capital, en muy poco tiempo, hemos conseguido grandes logros deportivos y organizacionalmente también hemos tenido algunas victorias.

Debido a unos resultados deportivos específicos, Luis Sierra, un agente de la Unión Ciclística Internacional (UCI), se comunicó con nosotros a comienzos del 2019 y se llevó a tres corredores a competir tres meses en España. Él confió en nosotros debido a la transparencia del proyecto, a la forma sencilla de ser de cada corredor y a su talento.

Por eso, este año conseguimos un vínculo directo con el equipo Pro Continental Italiano Work Service, el cual, junto con la empresa de bicicletas Dynatek, decidió organizar un semillero de talento en Colombia, el cual fue realizado con nosotros. El objetivo para este año era correr con sus uniformes y bicicletas, además de que seis corredores irían a correr tres meses a Italia.

¿Cuál ha sido la mayor dificultad en este camino?

Enfrentarse a un mundo que pensé que era solo de ganas, intenciones e ideas. Pero, en realidad, tiene toda una ciencia, unas estrategias y un plan. Eso ha sido descubrir un nuevo mundo. Por otro lado, estrellarse con empresas con la capacidad de ayudar, pero que no se dejan convencer a pesar de la seguridad del proyecto. Eso, sin duda, ha sido el aspecto más difícil de sobrellevar, porque los golpes son duros.

¿Qué significa la Universidad de La Sabana para ti?

Estudiar en La Sabana fue sin duda el mejor momento de mi vida. Conocí a Dios, conocí a mis amigos, aprendí y crecí muchísimo. Sin duda alguna, cambió mi vida, y sé que era el lugar que Dios tenía para mi vida. Gracias a la Universidad, llegué a crear la fundación Ciclismo Capital, y muchísimas otras cosas que hoy son pilares de mi vida.