Bienestar digital

El ser humano está expuesto a la tecnología, haciendo uso de esta en diferentes ámbitos de la vida: ocio, trabajo, formación, bien sea para acceder a la información, comunicarse, entre otros (Nobles-Montoya et al., 2016; Artal-Sevil et al., 2017), facilitando la realización de actividades, sin embargo, en ocasiones, la frecuencia y duración al usar los dispositivos no es tan relevante y termina por interrumpir otras actividades cotidianas (Besoli et al., 2018; Ayala-Pérez, 2015). Por lo que se hace indispensable desarrollar un equilibrio entre la cotidianidad y la tecnología generando hábitos saludables que involucran la promoción y prevención del autocuidado y mutuo cuidado, ofreciéndole al estudiante herramientas tecnológicas y pautas para su salud física y mental (Carbonell et al., 2012).