Posibles señales de vida en Marte sorprenden a los científicos de la NASA

La noticia de posibles señales de vida en el planeta rojo ha despertado la curiosidad y el interés del público. Sin embargo, David Tovar, experto de la Facultad de Educación, explica en qué consisten los hallazgos y qué esperar de esta nueva pista sobre la existencia de otros seres vivos en el universo.

En los últimos días, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) anunció que el vehículo explorador Perseverance detectó unas marcas que parecen “manchas de leopardo” y “semillas de amapola”.  

El lugar del hallazgo fue Cheyava Falls, una roca moteada que se encuentra en el cráter Jezero de Marte donde se encontró, según el artículo científico publicado en la revista Nature, la presencia de Vivianita y Greigita, dos minerales particulares que debido a su composición y estado actual podrían ser muestra de la presencia pasada de microorganismos en el planeta rojo. 

Para quienes no son expertos en el tema, puede ser extraña la equivalencia que han hecho medios de comunicación entre las manchas descubiertas y posible prueba de vida; sin embargo, esto tiene sentido ya que durante muchos años la ciencia ha hablado de componentes fundamentales para la existencia de vida. 
 
Por ejemplo, entre los elementos químicos esenciales se encuentran el carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre; esto combinado con elementos atmosféricos, la presencia de H₂O en estado líquido (agua) y la temperatura apropiada pueden hacer viable el surgimiento de vida. 

Sobre el nuevo descubrimiento David Tovar, profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de La Sabana, explicó que “previamente se conocía la presencia de un abanico aluvial en el cráter Jezero; esto fue producto de la actividad fluvial (agua de escorrentía) que tuvo lugar en el pasado”. 

Durante la rueda de prensa que dio la NASA se habló de la actividad microbiana, es decir el conjunto de procesos metabólicos y de crecimiento que enfrentan bacterias, levaduras, entre otros. 

“Para poder determinar de manera inequívoca si este es el caso, las muestras tomadas en Marte deberían retornar a la Tierra para ser sometidas a múltiples análisis de alta precisión”, agregó Tovar. 

El reto actual es que desde la llegada del presidente Trump a la Casa Blanca el presupuesto destinado a misiones de exploración y para lograr traer las muestras ha sido recortado casi a la mitad.  

Pero los recursos no son el único impedimento. El tiempo también es un factor clave, porque las muestras deben retornar antes del año 2035, lo que implica aún una década de espera y si no se cuenta con el financiamiento requerido el proceso podría desvanecerse en medio del clima político mundial. 

¿Qué pasa si se consigue prueba irrefutable? 

Las sospechas de vida no son algo nuevo. En 2018 un primer informe de la NASA reportó indicios de vida orgánica en barro antiguo del planeta rojo; esto también permitió llegar a más descubrimientos cómo las moléculas orgánicas con aproximadamente 3500 millones de años de antigüedad. 

No obstante, sobre la confiabilidad de estos hallazgos la comunidad científica ha elaborado una “escala de confianza” llamada Confidence of Life Detection. Esta cuenta con 7 niveles que van desde la detección de una posible señal de vida hasta la confirmación del suceso por múltiples equipos. 

Lo anterior quiere decir que para llegar al último nivel es necesario contar con varios descubrimientos alrededor del mismo evento. Por su parte, Tovar explica que, de darse el descubrimiento definitivo, “abriría una ventana de posibilidades en términos de investigación y colaboración científica a nivel mundial”. 

Por el momento, la pregunta de si nos encontramos o no solos en el universo sigue siendo incierta y solo el tiempo y la inversión de recursos permitirán llegar a una conclusión.