Camila Cooper, Titán Caracol 2025: una historia con sello ComSabana que transforma vidas

La historia de Camila Cooper es, ante todo, una historia de coherencia entre la formación, la vocación y la acción. Comunicadora Social y Periodista de la Universidad de La Sabana, graduada en 2012, Camila ha convertido su profesión en un vehículo de transformación social que hoy impacta a cientos de familias en Colombia a través de la Fundación Fruto Bendito y su programa de intervención Cunas con Amor.

Su reciente reconocimiento como Titán Caracol 2025 no solo exalta su liderazgo social, sino que también confirma cómo la formación integral de la Facultad de Comunicación deja huellas profundas y duraderas en sus graduados, acompañándolos desde sus primeros pasos universitarios hasta los proyectos que hoy cambian realidades.

Una formación que deja huella para toda la vida

Para Camila, volver a la Facultad es volver a casa. En su testimonio, reconoce que cada etapa de su paso por la Universidad de La Sabana —la vida universitaria, el rigor académico, el acompañamiento humano y la vivencia de valores— fue moldeando la profesional y la líder social que es hoy.

Desde muy temprano, interiorizó un mensaje que marcaría su camino: la excelencia como una forma concreta de transformar el mundo. Ese llamado se tradujo en disciplina, compromiso y una convicción profunda por “hacer las cosas bien hechas”, sello que hoy atraviesa su vida personal, profesional y social.

Asignaturas como Comunicación para el Desarrollo le brindaron herramientas conceptuales y metodológicas que hoy son la base de los procesos de intervención de la Fundación Fruto Bendito: trabajo con comunidades, diagnóstico participativo, transferencia de conocimiento y desarrollo sostenible desde las personas. Incluso momentos difíciles, como la inundación que vivió la Universidad durante sus años de estudiante, se convirtieron en aprendizajes de liderazgo, resiliencia y esperanza.

“Esta Camila Cooper, Titán Caracol 2025, lleva el sello Sabana en todo su ser”, afirma, reconociendo a la Facultad como un espacio que no solo la formó profesionalmente, sino que la sigue acompañando como parte de su historia de vida.

La práctica como espacio de encuentro, aprendizaje y humanidad

Hoy, Camila no solo lidera una fundación con impacto nacional, sino que también cumple un rol clave como asesora de prácticas, acompañando a estudiantes de la Facultad de Comunicación —y de otras disciplinas— en sus primeros acercamientos al ejercicio profesional y al trabajo social.

Ese rol, asegura, transformó también su manera de liderar.

“Hubo un tiempo en el que Camila Cooper era jefa, se creía el cuento y ponía un límite entre ella y los practicantes. Pero un día, gracias a un practicante que tuvo el valor de darme su opinión, mi vida cambió para siempre”.

Desde entonces, la práctica en Fruto Bendito se convirtió en un espacio de confianza, cercanía y cuidado.

“Decidí que la práctica iba a ser ese lugar seguro: un espacio en el que les abriría las puertas de mi hogar y de mi familia, para recibirlos desde la compasión y la empatía”.

Para Camila, articular la academia con el trabajo en territorio es fundamental.

“En la academia les brindan todas las herramientas y en Fruto Bendito pueden ponerlas en práctica con la comunidad: cuando entregamos cunas, cuando vamos a Ciudad Bolívar o viajamos a territorio”.

Ese contacto directo con la realidad social deja una huella profunda en los estudiantes.

“Estamos dejando en ellos un legado y un impacto para que el día de mañana amen a su país. Porque aquí lo que hay es esperanza, y yo creo profundamente en ellos”.

Soñar en grande: el futuro de Fruto Bendito y el rol de ComSabana

El reconocimiento como Titán Caracol marcó un punto de inflexión para la Fundación Fruto Bendito. Para Camila, este logro representa un compromiso mayor con la planeación, el orden y el crecimiento con sentido.

“Titanes Caracol fue un compromiso de planear y crecer. Antes Dios era mi CFO y ahora es mi CEO. Eso quiere decir ordenar, proyectar y medir para lograr una transformación real”.

En ese futuro, los practicantes y jóvenes profesionales formados en la Facultad de Comunicación ocupan un lugar central.

“Yo tengo mucha fe en esta juventud: es una juventud llena de creatividad, de amor y de ganas de hacer cosas. Lo que debemos hacer es brindarles los espacios para que exploren esa creatividad”.

Camila insiste en la importancia de reconocer la autenticidad de cada estudiante.

“No todos son iguales, cada uno es completamente auténtico. Tomarnos el tiempo de conocerlos nos permite darles las herramientas para que exploren el mundo y también sueñen, incluso de manera loca”.

Uno de esos sueños se hizo realidad gracias a una practicante que creyó más allá de lo evidente.

“Una practicante fue quien me postuló a Titanes, cuando yo ni siquiera creía que pudiéramos ganar. Porque los sueños sí se cumplen”.

Un impacto que trasciende generaciones

La historia de Camila Cooper refleja el propósito formativo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana: formar profesionales íntegros, capaces de liderar con sentido, poner su conocimiento al servicio de la sociedad y generar transformaciones reales.

Hoy, como Titán Caracol 2025, fundadora, asesora de prácticas y Alumni, Camila continúa demostrando que la comunicación, cuando se ejerce con amor, excelencia y compromiso social, tiene el poder de transformar vidas y construir país.