Comunicar para servir

María Alejandra Pérez, graduada de Comunicación Social y Periodismo, ha puesto su vocación al servicio de comunidades vulnerables. Hoy, ese mismo compromiso se refleja en su trabajo diario en SLB, una compañía multinacional de servicios para los sectores de petróleo, gas y energías renovables.

Desde que eligió su carrera, María Alejandra tenía claro su propósito: impactar vidas a través de la comunicación. “Cuando escogí mi programa, lo hice pensando en mi deseo de ayudar a los demás. Es una carrera con un gran sentido de humanidad y servicio”, cuenta. No obstante, fue durante su práctica social cuando comprendió el verdadero alcance de lo que podía lograr.

“Busqué una organización social porque creo que al impactar a una persona, también se impacta a una familia, y es en las familias donde se construye sociedad”, recuerda sobre su experiencia como Community Manager en una entidad misionera cristiana. A través de esa labor, comenzó un camino de transformación personal y profesional. Viajó por distintas regiones de Colombia, como Medellín, La Guajira y la Sierra Nevada de Santa Marta, llevando ayuda material y mensajes de esperanza. Esa experiencia la llevó a concluir que “una vida vivida para los demás, cuidando de otros, es una vida que vale la pena y deja huella”, reflexiona.

Ese enfoque la ha acompañado en su trabajo en SLB, donde comenzó como practicante y ahora se desempeña como E-Commerce Business Analyst. Aunque su rol es técnico, María Alejandra ha buscado maneras de integrar su vocación de servicio. Ha participado en campañas de voluntariado como Accessibility Booth Awareness, que permitió a los colaboradores experimentar los retos que enfrentan diariamente las personas con discapacidad. “Este tipo de iniciativas refuerzan mi deseo de servir a las minorías, de ayudar a construir espacios laborales más inclusivos”, afirma.

También fue parte del programa Coaching Young Leaders, desde el cual impulsó un proyecto para promover la inclusión de personas neurodivergentes en los distintos países donde SLB tiene presencia. Su propuesta incluía acciones de sensibilización sobre condiciones como el autismo, el déficit de atención o la dislexia, además de sugerencias para adaptar espacios laborales y mejorar los procesos de contratación de esta población. Desde su experiencia en comunicación, propuso estrategias para dar visibilidad a la iniciativa y generar conciencia en la organización.

El servicio, más allá de las comunidades

Uno de sus mayores retos al llegar a SLB fue traducir procesos complejos de ingeniería en mensajes claros para toda la organización. Durante su práctica, le asignaron la tarea de diseñar un proyecto de alto impacto: crear un sistema de visualización de datos en Power BI que facilitara la interpretación de información técnica.

Ahí pudo aplicar el énfasis en Big Data y Análisis de Datos que cursó en la Universidad. “Me encontré con información muy densa, así que decidí contar una historia. Me pregunté: ¿qué quiere mostrar esta tabla?, ¿qué historia debe contar cada informe en Power BI?”, recuerda. Este proyecto fue clave para su permanencia en la compañía.

Hoy, María Alejandra se encarga del contacto con clientes internos y externos del área de e-commerce y apoya la creación de piezas de comunicación para diferentes áreas. “Vi que hacía falta alguien que entendiera los procesos y supiera comunicarlos. Convertir conceptos técnicos en mensajes comprensibles requiere empatía, ponerse en los zapatos del otro y tener tacto con las necesidades de cada área”, explica. Y concluye con una reflexión: “Así como en un campo misionero debes escuchar antes de aconsejar, en lo corporativo también debes escuchar para comunicar bien”.

Para María Alejandra, esta mirada integral nace en su paso por la Universidad. “Nos enseñaron a vivir con integridad, a ser coherentes en todo momento. Ahí aprendimos una cultura del cuidado, un deseo de servir bien, porque cuando uno sirve con el corazón lleno, florece en muchas otras áreas”, concluye.