Exposición "Faros", del artista Leonardo Duque

Cada cuadro de esta primera edición de la serie “Faros”, que hemos encargado elaborar al maestro Leonardo Luque desde la Universidad de La Sabana, permite adentrarnos en unos dilatados recorridos vitales, por medio de personajes de admirable humanidad. Figuras que inci- den en el devenir del mundo y transforman el quehacer académico con una investigación y un trabajo que ha abierto derroteros inmensos para la humanidad.

La exposición “Faros” resume el conocimiento de Luque en cuanto al virtuosismo en el retrato, al captar la sensibilidad y el alma de los personajes, así como su soltura en la técnica que, con un juego lúdico y maestría en el color, logra imágenes contemporáneas. Con estos cinco primeros retratos empezamos una serie que entra en diálogo con la juventud universitaria por medio de la frescura y energía de la expresión del retrato. 

En la obra de Luque se compagina un realis- mo lleno de detalles y preciso en la figura, con la fluidez técnica que refleja el dominio plástico. Su paleta de colores se aparta del concepto tradicional para imprimir vibración, con este libre manejo acentúa el contraste y la emoción de estas vidas, su percepción y el impacto en el espectador. De este modo se expresa con un lenguaje propio, con diferentes acentos que lo hacen único.

Su manejo del retrato invita a la introspección psicológica de cada personaje. Por los gestos, los detalles del rostro, los ojos; entramos en la profundidad del alma y se transparenta la magnanimidad del protagonista. La interioridad de Juan Pablo II, el Magno; la penetrante mirada de María Curie, que refleja una tenaz investigación; la fantástica inventiva de Tolkien, de realidades traducidas a imágenes literarias; el microcosmos de la creación representado en el templo de la Sagrada Familia, por el arquitecto Gaudí; y el sereno humanismo que abarca el conocimiento de una época, a la vez que la deter- minada convicción de la fe, en Tomás Moro.

El retrato antiguo se definía bajo cánones de composición, equilibrio, realidad, belleza. Ante los retratos de Luque se entabla un diálogo contemporáneo que recibe influencias desde el fauvismo y el pop art, o la fotografía y su impacto en el hiperrealismo, hasta la instantaneidad de la imagen y la rapidez tecnológica actual, que han cambia- do el modo en que observamos y represen- tamos la figura humana. 

La actual cultura visual, con las redes e imá- genes digitales, conllevan una nueva expresión gráfica. La renovada función del retrato, para una generación saturada de imagen, exige empujar la expresión hacia un grito gráfico, una individuación que choca con el ojo e impacta la memoria, lo cual logra Luque con una expresión que le da armonía a la serie. Se cuestiona la representación mis- ma como una forma de identidad flexible, fluida y en constante cambio. 

Cuando escuchábamos a Jaisa Reichar exponer su teoría sobre los engaños del ver y el mirar, aún existía cierto consenso respecto al prototipo de la imagen. Ahora, estamos presenciando el trance de los elementos visuales: colores brillantes, pluralidad gráfica, golpe de vista determinante. Se abre una serie pictórica académica: un espacio para aprehender la imagen y recuperar una historia que ha marcado el rumbo de la Universidad y que deberá mantenerse como un faro en medio del debate actual.