Abecé sobre los cuidados paliativos

A propósito del día mundial de los cuidados paliativos, cifras de la OMS indican que unos 40 millones de personas en el mundo requieren estos cuidados. Sin embargo, solo un 14% la recibe.   

Cuando se hace referencia a los cuidados paliativos muchos consideran que esto es solo una práctica para calmar el dolor, a través de la cual se contempla el uso de opioides o morfina. Pero hablar de cuidados paliativos va mucho más allá, implica procesos acordes a las necesidades de cada paciente.  

La doctora Marta Ximena León, jefe de Departamento de Anestesia, Dolor y Cuidado Paliativo de la Universidad de La Sabana explica que los cuidados paliativos son “un abordaje para enfermedades crónicas avanzadas y progresivas, en los cuales buscamos mejorar la calidad de vida manejando los síntomas físicos, pero también los síntomas que tienen que ver con la parte emocional, social y espiritual. Es un trabajo interdisciplinario de varios profesionales (médicos, enfermeras, trabajadoras sociales, apoyo espiritual, psicólogos ect.), el paciente y su familia”.

Dichos cuidados, como lo señala la experta, con el tiempo han venido a cobrar mayor relevancia.g El aumento en la expectativa de vida y la prevalencia de enfermedades crónicas hacen que los cuidados paliativos cobren, cada vez, más importancia como lo que son: un derecho.  

A. Mejoran la calidad de vida 

Uno de los temas que más suscita preocupación entre los expertos en medicina, es la cantidad de enfermedades crónicas que hoy por hoy enfrentan las personas.  Cáncer, insuficiencias renales, Alzheimer, diabetes entre otros, son algunas de las enfermedades que pueden llevar a un paciente a tomar la decisión de requerir los cuidados paliativos. Estos, si bien no curan dichas enfermedades, alivian el sufrimiento, el dolor y contribuyen a dar confort y bienestar al paciente, otorgando la posibilidad de vivir dignamente con la autonomía necesaria en la última fase de su vida.  

 

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Los medicamentos más empleados para tratar a este tipo de pacientes son los opioides.

B. Restan presión a los sistemas de salud 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que las enfermedades crónicas, son las causantes de un 70% de todas las muertes a nivel mundial. Además, según el Foro Económico Mundial, dicho costo global podría alcanzar los 47 billones de dólares entre 2011 y 2030. Al respecto, la doctora Marta Ximena León indica que “si las enfermedades crónicas avanzadas y progresivas se siguen tratando como enfermedades agudas, se hará una utilización inadecuada de los recursos del sistema”. En ese sentido el llamado es a continuar la lucha por la cura de las enfermedades crónicas, mientras se trata con un enfoque diferente a los pacientes crónicos.  

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C. Promueven la comunicación entre sector salud, pacientes y familia 

El tema de los cuidados paliativos no solo ha implicado, a lo largo de los años, dar a entender a los tomadores de decisiones en los diferentes países en el mundo, la importancia de su implementación a través de los sistemas de salud, también ha llevado a entablar la conversación con pacientes y familias. “Por ejemplo, se han presentado casos de madres cabeza de familia que no saben con quién van a quedar sus hijos, que son menores de edad. Entonces hay que tratarles el dolor, tratarles los síntomas y ayudarlos a hablar con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, para saber qué hacer. Hay otros casos de padres que han peleado con los hijos y no han vuelto a hablar ellos pero que desean hacer las paces. Entonces, mientras los médicos se encargan de muchos aspectos físicos, la enfermera de procedimientos,  la psicóloga  de dar una orientación emocional,  la trabajadora social y apoyo espiritual contribuyen a construir ese legado y trascendencia. Es todo un equipo trabajando en pro del paciente y la familia”, explica la doctora León. Pero, la continua comunicación no solo permite instaurar estrategias para orientar a las familias de los pacientes y a los pacientes en la toma decisiones sobre cuidados y tratamientos. También, significa un fuerte apoyo emocional en el acompañamiento en el final de la vida.