Este proyecto aporta a:

Consolidación del Acuerdo de Paz:

La firma del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC-EP en el año 2016, gira en torno a 6 puntos claves que garantizan la terminación del conflicto armado y la construcción de una paz estable y duradera. 

Si bien algunos puntos del acuerdo han sido implementados parcialmente, algunos otros se encuentran en desarrollos incipientes, lo cual presenta dificultades para el sostenimiento de las reformas estructurales pactadas entre el gobierno colombiano y las FARC-EP. En particular, el punto 1 del acuerdo, La reforma rural integral, que incluye el Plan Especial de Educación Rural, es uno de los que más ha tenido dificultades en su implementación (Kroc institute, 2020). 

Este proyecto surge como una iniciativa que le apunta a consolidar y materializar lo pactado en el punto 1 del acuerdo de paz en lo relacionado al Plan Especial de Educación Rural. Asimismo, aporta al punto 3, específicamente al proceso de reincorporación social de exguerrilleros y sus familias, por medio de la creación de la primera escuela popular con un currículo propio y pertinente en una comunidad en proceso de reincorporación. 

Disminución de la brecha educativa urbana/rural:

Históricamente en Colombia ha existido una brecha abismal en cuanto a la calidad y acceso de la educación de los niños, niñas y jóvenes que viven en zonas rurales y urbanas. (CITA). Por ejemplo, en el 2016, el promedio de deserción en las zonas rurales fue casi el doble que en las zonas urbanas, y la asistencia en lo que respecta a la primaria y a la secundaria en las zonas rurales es menor que en las urbanas (MEN, 2018).  

Por lo tanto, este proyecto apunta a la creación de una escuela con un currículo propio y pertinente para los niños, niñas y jóvenes de las comunidades que se encuentran en proceso de reincorporación para garantizar acceso a educación anclada a las necesidades de los contextos locales rurales.    

Construcción de un modelo educativo propio:

La construcción de programas educativos que reconocen las prácticas educativas ya presentes en las comunidades aporta beneficios a niños y jóvenes y a la construcción de la paz. Se ha reconocido que la educación comunitaria puede ofrecer alternativas y tener un enfoque más flexible de los procesos de aprendizaje, que son pertinentes para los contextos socio culturales y económicos de las comunidades (Bekalo, Brophy & Welford, 2003; Dee Shenker, 2012).

El reconocimiento de las prácticas y valores de la comunidad y su compromiso en el desarrollo del proyecto educativo fortalece el empoderamiento y consolida el capital social en el escenario del posconflicto (Dee Shenker, 2012).

Este proyecto apunta a la consolidación de un modelo educativo que pueda se avalado por el gobierno nacional y convertirse en el primer programa educativo rural co-diseñado en el contexto de la construcción de paz en Colombia.

Reconocimiento de los saberes locales y articulación con la academia - Alianzas colaborativas entre la comunidad y la academia:

Este proyecto ha logrado consolidar una alianza colaborativa entre la comunidad del Centro Poblado Héctor Ramírez y la Facultad de Psicología de la Universidad de La Sabana. Esta alianza se encuentra comprometida con el trabajo ético, participativo y horizontal para la co-construcción de un Proyecto Político Educativo Comunitario basado en los valores y prácticas de la comunidad del Centro Poblado Héctor Ramírez. La creación de espacios de diálogo entre la comunidad y la academia es un elemento central para la consolidación de este proyecto. Uno de los ejes principales es el reconocimiento de los saberes y prácticas locales, ya que cimientan el camino para construir nuevos proyectos de paz y lograr un impacto transformativo en las realidades educativas rurales.