El rol del fisioterapeuta en el manejo de la artrosis

Los cambios en las estructuras corporales y en el movimiento humano corresponden al objeto de estudio de la fisioterapia, la cual, como disciplina, se consolida como un primer respondiente enel manejo de las personas que sufren de artrosis.

En el marco de la celebración del Día Mundial de la Fisioterapia, la organización World Physioterapy (WP) estableció como eje central la enfermedad reumática, haciendo especial énfasis en el tratamiento de la osteoartrosis (OA).

La artrosis es una condición crónica y degenerativa asociada a la edad, que se caracteriza por la pérdida gradual del cartílago articular. La progresión de esta enfermedad constituye una fuente de limitación funcional por la presencia de dolor articular y la convierte en una de las principales causas de discapacidad en la vejez. Hoy en día, la progresión de la OA explica la mayoría de los reemplazos articulares en el mundo y, debido a su alta prevalencia, es sin duda un problema de salud pública.

Esta condición de malgaste articular se encuentra dentro del amplio grupo de las enfermedades reumáticas; un conjunto de más de 200 condiciones que afectan al sistema musculoesquelético; es decir, a las articulaciones, los músculos, los tendones y los ligamentos, así como al tejido conectivo. En este conglomerado se hallan varias de las condiciones de salud más prevalentes en el mundo; entre estas, se encuentran el dolor lumbar, la fibromialgia, la artrosis, la espondilitis y, en general, los dolores articulares de origen no traumático. En el caso del dolor lumbar, se estima que al menos el 90 % de la población presentará en algún momento de la vida un episodio de dolor, incluso en otras enfermedades como la artrosis, cuyo crecimiento en la última década ha sido de un 70 %. Se prevé que al menos el 50 % de la población mayor de 60 años en el mundo presenta osteoartrosis.

El papel del fisioterapeuta

Dentro de los síntomas más frecuentes de la artrosis, se encuentra el dolor con el movimiento, la pérdida de fuerza y de masa muscular, los cambios en la flexibilidad, la inflamación y la pérdida progresiva de función; así, el fisioterapeuta entra a desempeñar un rol crucial en el tratamiento de dichas patologías.

El campo de acción del fisioterapeuta inicia desde la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad en acciones enfocadas en la instauración de la actividad física y la alimentación saludable, como principales factores protectores en la aparición de la osteoartrosis. A su vez, el fisioterapeuta debe identificar signos y síntomas tempranos que deriven en un oportuno diagnóstico y, por ende, en un manejo interdisciplinar. En el ámbito de la rehabilitación, es indispensable restablecer la función a partir de técnicas específicas de ejercicio terapéutico y aplicación de terapia manual ortopédica, cuyo objetivo sea la disminución del dolor de las adherencias del tejido blando, además del entrenamiento funcional enfocado en la ganancia de fuerza y masa muscular, entre otras.

Rompiendo mitos

Muchas son las creencias asociadas a esta condición de salud, por lo cual las personas, cuando reciben el diagnóstico, tienden a pensar que deben “ahorrar” sus articulaciones, evitando la actividad física y el ejercicio. También suelen creer que es una enfermedad inevitable y progresiva y que necesariamente derivará en cirugía; no obstante, estas son premisas sin fundamento o mitos del común que no se sustentan en evidencia. A la fecha, se conoce que el mejor tratamiento para el manejo de la artrosis es el ejercicio; con una correcta prescripción individualizada y progresiva, se pueden generar importantes avances en el manejo y la progresión de la enfermedad. Esta labor es principalmente del fisioterapeuta, quien encamina sus esfuerzos terapéuticos al restablecimiento del movimiento corporal humano.