Conocimientos, habilidades y destrezas en la manipulación de la fascia

Entrevista al profesor Germán Digerolamo, coordinador académico de la Escuelas de Terapias Miofasciales Tupimek en Madrid (España).

En el marco del Seminario para Profesionales en Fisioterapia en Colombia, llevado a cabo en la Universidad de La Sabana, el profesor Germán Digerolamo, fisioterapeuta, experto en terapia manipulativa articular, osteópata y magíster en Neurociencias, y quien ha investigado el rol de las células gliales y su comportamiento con el intersticio, reconoció los esfuerzos y la relevancia de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación frente a la formación y la inclusión de conocimientos, habilidades y destrezas en la manipulación de la fascia para los fisioterapeutas y terapeutas manuales.

La profesora del programa de Fisioterapia, María Alejandra Ángel, habló al respecto con el profesor Digerolamo.

María Alejandra Ángel: ¿Qué papel cumple la Fisioterapia en relación con la intervención en el sistema fascial?

Germán Digerolamo: La terapia manual ortopédica es definida por la Federación Internacional de Terapeutas Manipulativos (IFOMPT, por sus siglas en inglés) como un área especializada dentro de la fisioterapia, destinada a evaluar y tratar las disfunciones neuromusculoesqueléticas.

Esta especialidad se basa en el razonamiento clínico, la evidencia científica y el abordaje biopsicosocial de cada paciente y se caracteriza por utilizar enfoques de evaluación y tratamiento altamente específicos, incluidas las técnicas manuales y los ejercicios terapéuticos. Por esto, los terapeutas manuales son expertos en tomar decisiones en los diferentes campos de desempeño profesional, como el clínico, el deportivo, el de la salud y la seguridad en el trabajo, entre otros.

M. A. A.: ¿Cuáles son hoy los desafíos de la práctica de la terapia manual ortopédica?

G. D.: Hoy, es cada vez más retador para el terapeuta manual tomar decisiones bajo nuevas demandas contextuales, los resultados de las investigaciones y las preferencias de los usuarios atendidos. Por ello, durante los últimos años se han propuesto nuevos espacios para la formación y la investigación que apuntan al sistema fascial, cuya definición se ha escapado de los límites tradicionales. Por eso, ha sido necesario contemplar el sistema desde un punto de vista anatómico, pero también funcional y biológico.

Dadas estas nuevas necesidades, los expertos en el mundo contemplan el sistema fascial como una estructura ricamente inervada, hidratada, mecánicamente adaptable (plasticidad fascial), resiliente y omnipresente, que integra todos y cada uno de los sistemas corporales y que ha generado una nueva manera de contemplar los procesos académicos, clínicos e investigativos en torno al estudio del cuerpo humano.

M. A. A.: Entonces, ¿cuál sería el rol de un especialista en terapia manual ortopédica (TMO) con relación a la evaluación y la intervención del sistema fascial?

G. D.: El terapeuta manual ortopédico debe contar con un cambio de perspectiva rotundo en el nivel macroscópico que revela una anatomía clara que no separa cuadrantes, partes y que, por lo contrario, integra todo.
Analizar cómo funcionan las células de forma aislada al entorno tampoco es fisiológicamente correcto, pues hablamos un poco de las células con un entorno matricial (cómo las células responden en la matriz extracelular) y ahí cambia absolutamente la perspectiva, desde un punto de vista paradigmático.

Cuando se analiza al cuerpo en su conjunto y cuando se aprende a analizar el comportamiento celular dentro de la matriz extracelular, el cambio de perspectiva es categórico y se ven cosas muy distintas desde un punto de vista clínico y terapéutico.

M. A. A.: Ahora bien, ¿cuál sería el principal aspecto para favorecer la relevancia práctica con relación al sistema fascial?

G. D.: Uno de los principales problemas en la palpatoria son las expectativas, pues hemos estudiado la anatomía sobre los libros y no sobre el cadáver, y ese es el principal problema: se debe imaginar el cadáver sobre las imágenes y esto genera una disrupción perceptiva en la palpatoria. El cadáver fresco, por el contrario, tiene una gran ventaja; además de tener fascia, está conservado y no se retrae en comparación con el cadáver formolizado.

También es importante desarrollar una palpatoria adecuada y contar con el conocimiento y la práctica del cuerpo, teniendo claridad de los planos anatómicos; específicamente para la palpación del sistema fascial, el cual puede variar según la demanda mecánica.

M. A. A.: Finalmente, para la instrucción de fisioterapeutas integrales, ¿qué aspectos desde la formación universitaria del sistema fascial son relevantes para usted?

G. D.: Los pilares para desarrollar la experticia clínica son la fundamentación de las ciencias básicas, la correlación imagenológica y el roce clínico, que se deriva de la práctica clínica; todos van de la mano.

Para la terapia manual ortopédica es fundamental la ejecución precisa de las técnicas, desde un punto de vista osteoarticular, pero también el abordaje del sistema miofascial, el ejercicio terapéutico y la consciencia del movimiento.

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