¿Qué debemos tener en cuenta para desarrollar una prueba estandarizada?

Luis Javier Toro, subdirector de instrumentos del ICFES

Luis Javier Toro, subdirector de instrumentos del ICFES

No es ningún secreto que para un estudiante de bachillerato la Prueba Saber 11 resulta un motivo de estrés, presión y es un requisito fundamental para acceder a la educación superior. Los colegios buscan que los alumnos se destaquen por medio de las variables cognitivas y se preocupan por mantener un alto nivel, mediante diferentes estrategias y técnicas, para mejorar su eficacia en el logro de sus objetivos. Sin embargo, pocas instituciones educativas tienen en cuenta cómo afectan las variables emocionales a los jóvenes.

Según el subdirector de Instrumentos del ICFES, Luis Javier Toro Baquero, las variables no cognitivas resultan imprescindibles al momento de realizar una prueba. “Para entender el desempeño de un estudiante, aparte del proceso de memoria y recuperación, es muy importante que los maestros tengan en cuenta el factor socioemocional, ya que determina cómo se autorregula la persona y por qué actúa de determinada manera frente a una situación en particular”, indicó el experto.

En la revista Educación y educadores, la licenciada en pscicopedagogía y magíster en educación de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, Martha Lucía Ariza, publicó su investigación “Influencia de la inteligencia emocional y los afectos de la relación maestro-alumno, en el rendimiento académico de los estudiantes de educación superior”, en la que asegura que el profesor es quien debe potenciar esa interacción entre las emociones y la cognición para permitir el crecimiento intelectual y la madurez emocional de los estudiantes. “Es importante entrenar a sus alumnos en las habilidades emocionales, con el fin de que incrementen la concentración, controlen la impulsividad, toleren el estrés, para así conseguir bienestar psicológico, calidad de vida y, por ende, felicidad”.

Por otro lado, Toro afirma que los colegios y las instituciones de educación superior deben entender que los resultados de las pruebas estandarizadas solo representan una muestra del proceso que han venido desarrollando con el estudiante. “Para evaluar todo lo que se debería evaluar no podemos. Son más de 600.000 personas las que presentan exámenes como el Saber 11 y poco más de 300.000 los de Saber Pro. La idea con estas pruebas es que los colegios y universidades potencien y logren que sus alumnos avancen para tener diferentes niveles de complejidad”, señaló.

En cuanto a la calidad de las instituciones, el experto en evaluación indicó que existen cinco factores para diferenciarse y mantener nivel superior: coherencia entre el currículo y la evaluación, analizar los resultados en pro de buscar cambios, evaluar los cambios, creer en el talento humano y, por último, pensar en una formación integral.