Profesora de la Licenciatura en Educación Infantil, la mejor de Iberoamérica

Sindey Bernal fue elegida la mejor profesora de Iberoamérica con su proyecto ‘Semillero de investigación INCLUTEC: estudiantes creando recursos tecnológicos para la inclusión’. Este reconocimiento fue entregado por la Fundación para la Integración y Desarrollo de América Latina (Fidal), y tiene como objetivo trabajar en temas que impulsen a mejorar la calidad educativa en la región y fortalecer la investigación en preescolar, básica y media, en instituciones educativas urbanas y rurales.

INCLUTEC, nombrado así por su composición INCLU= inclusión, TEC= tecnología, comprende diversas herramientas tecnológicas que facilitan el acceso a la educación de niños, niñas y adolescentes con discapacidad auditiva.

Este proyecto, según Sindey, “Se consolidó en el año 2015 en el Colegio Enrique Olaya Herrera, con el fin de aprovechar la tecnología como herramienta para la inclusión social, generando una estrategia para garantizar el acceso y la permanencia de los estudiantes con discapacidad del grupo de inclusión de las instituciones educativas. Por esta razón, surgió la propuesta de construir semilleros de investigación escolar e inclusión innovadora, que permiten la cocreación con estudiantes de grado décimo y once, quienes son los que realizan la consolidación de propuestas digitales y análogas como herramienta para crear alternativas que fortalezcan las habilidades de los niños y niñas en los procesos de inclusión”.

A partir de este proyecto se han creado aplicaciones web y móviles para la enseñanza de la lengua de señas colombiana, el manejo de emociones, el seguimiento de instrucciones, juegos para potenciar la lectura y la escritura, el diseño de aulas virtuales inclusivas a través de herramientas TIC, recursos digitales y, actualmente, recursos análogos para los estudiantes con discapacidad visual, auditiva, psicosocial y sin conectividad o dispositivos.

El escenario de creación de los semilleros se realiza a través del aprendizaje entre pares, en un proceso de acompañamiento a un curso para identificar las habilidades a potenciar. Se trabaja una metodología de investigación de acción educativa y se recolectan datos a través del uso de diarios de campo, para registrar el proceso de cada estudiante involucrado. Igualmente, se utilizan entrevistas y encuestas estructuradas aplicadas en un diagnóstico inicial, para que, después del proceso de implementación de las estrategias de solución, se aplique un diagnóstico final para determinar el proceso obtenido y el impacto de la herramienta utilizada en cada curso apadrinado. Así mismo, se entrevista a los docentes que acompañan a los estudiantes para identificar los aspectos a mejorar y el proceso desarrollado por el semillero.

“El uso e implementación de la tecnología para la inclusión surgió de la necesidad de los profesores de utilizar herramientas tecnológicas con los estudiantes, desde el reconocimiento de su diversidad, a través del uso de recursos educativos digitales en sus aulas que permitieran estimular los sentidos desde lo visual, lo auditivo y kinestésico. El uso de las TIC se puede dar tanto de manera virtual como presencial, desarrollando las clases con base en procesos de enseñanza-aprendizaje, para garantizar así la participación y permanencia en la formación de los estudiantes. A su vez, potenciar la participación de familias en la estimulación de los sentidos de sus hijos, aprovechando recursos creados para trabajar, tanto en digital como en análogo, facilitando el acceso desde cualquier plataforma”, afirma la profesora sobre la importancia del uso de la tecnología en la educación inclusiva.

Para Sindey, la Licenciatura en Educación Infantil aportó en la obtención de este premio: "Hemos formado conjuntamente a los futuros profesores, dejando huellas en experiencias a través del trabajo colaborativo y la docencia. Igualmente, gracias al pregrado y lo que se enseña allí, se han desarrollado estrategias, recursos e ideas que son aplicables en instituciones educativas".

“El semillero INCLUTEC ha generado en los estudiantes líderes el rol de prosumidores, a través del interés por continuar su formación académica. De igual forma, el semillero aporta a la creación de proyectos de investigación y participación en convocatorias a nivel nacional e internacional. Esto genera un intercambio ideas y estrategias para fortalecer la educación inclusiva, a nivel nacional y global", concluye Sindey.