El papel de los jueces en los estados actuales

Ofrecer respuestas que brinden soluciones a problemas reales, pero sin dejarnos llevar por las coyunturas.

¿Cree usted que un juez puede ser activista? En 1947, el concepto activismo judicial se usó por primera vez en un artículo titulado “The Supreme Court: 1947”, que el periodista Arthur Schlesinger publicó en la revista Fortune, en el que se reclamaba a la Corte Suprema de Justicia por dañar los planes económicos del gobierno de los Estados Unidos. Para la Real Academia Española (RAE), ser activista es ‘tener la capacidad de intervenir activamente en la propaganda y el proselitismo de sus ideales’. El activismo judicial, así, sería la capacidad de los jueces para actuar en pro de los ideales políticos. Sin embargo, ¿no sería una amenaza al estado de derecho?

Sin duda, los jueces desempeñan un papel fundamental en los ordenamientos jurídicos. No obstante, y así suene extraño, no existe una explicación sobre cuál es su rol en los estados contemporáneos. Y una de las observaciones generalizadas al respecto es que son activistas, pero tampoco se sabe mucho de esto.

A pesar de la amplia discusión de los últimos años, no existe una conceptualización de la noción de activismo judicial que sirva de parámetro para evaluar tanto la defensa como la crítica a este concepto. Los defensores del activismo judicial creen que es necesario involucrar las decisiones judiciales en el desarrollo de ideales políticos, y alcanzar transformaciones sociales en las instituciones tradicionales por el ejemplo, en los parlamentos en que no se han logrado. Por otro lado, los críticos afirman que el activismo judicial representa en realidad una seria afectación a la institucionalidad democrática y a la separación de poderes.

Por ello, Fabio E. Pulido Ortiz, profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, y su equipo se han dedicado a investigar qué es el activismo judicial. La hipótesis que guía este proyecto es que el activismo judicial es una práctica que consiste en que los tribunales modifican sus propias competencias mediante una lectura idealizada de sus funciones.

Con la investigación se pretende comprender el concepto de activismo judicial con el propósito de diseñar herramientas para elaborar diagnósticos acertados, y no ideológicos, de las potencialidades y riesgos de las prácticas judiciales actuales.

En Colombia y en el mundo, con mucha tela por cortar

En general, las investigaciones del activismo se han desarrollado por las ciencias políticas y económicas; además, desde una perspectiva empírica, con el propósito de identificar tendencias en las prácticas judiciales. Sin embargo, estos estudios, aún hoy, son escasos en Colombia. “Y además dan por sentado que existe un concepto de activismo judicial cuando, en realidad, ese es parte del problema: no sabemos con claridad qué significa que un juez o tribunal es activista”, explica el doctor y profesor Pulido.

Además, agrega: “La ausencia de precisión en el concepto de activismo judicial se evidencia en dos hechos. Primero, la noción de activismo judicial es empleada en algunos contextos de forma peyorativa, mientras que en otros es vista como una virtud de los jueces para alcanzar conquistas sociales. Segundo, no es claro que los defensores y los críticos del activismo judicial se refieran al mismo concepto, dado que muchas veces se identifican diferentes fenómenos de la función judicial según el país de origen, que en otros contextos no serían señaladas como activismo”.

Es una preocupación generalizada en los diferentes sistemas jurídicos nacionales e internacionales. De hecho, los más reconocidos trabajos en la materia se encuentran en diferentes países y contextos. Adicionalmente, con gran parte de ese trabajo académico se ha estudiado la forma en que determinados tribunales ejercen el activismo, muchas veces limitando el campo de estudio a temáticas específicas.

Un concepto que implica desafíos y aliados

Frente a los tres desafíos que ha encontrado en su investigación, el profesor Fabio Pulido afirma: “El trabajo de elucidación conceptual es lento y exige paciencia para analizar la realidad e intentar descifrar las conexiones implícitas. Por otro lado, este tipo de investigaciones deben complementarse con suficiente trabajo empírico que logre sistematizar los datos que explican la actividad de los tribunales. Por último, existe un desafío cultural, este tipo de problema suele entremezclarse con una actitud ideológica y casi partidista de las prácticas”.

Una herramienta con aporte al sistema judicial

Definir qué es el activismo judicial y cuáles son sus límites y posibilidades ayudará a comprender el papel de los jueces en los estados actuales. Además, producirá herramientas para elaborar diagnósticos adecuados para las reformas a la justicia que requiere el país. Por último, pondrá a la luz los límites y potencialidades de nuestros tribunales.

El doctor Pulido concluye con un llamado a los investigadores: “En estos temas que involucran posiciones políticas, los investigadores deben tener un alto compromiso para alcanzar la verdad. Este compromiso implica que deben ser capaces, incluso, de ir en contra de sus creencias y posiciones ideológicas. Por otro lado, debemos ser capaces de ofrecer respuestas que brinden soluciones a problemas reales, pero sin dejarnos llevar por las coyunturas. Por último, explica que debe defenderse la filosofía del derecho como un campo y un enfoque de investigación valido, y no dejarlo reducir a las tendencias actuales de ver en las ciencias sociales empíricas la única vía de investigación valida”.