Ni medio vacío, ni medio lleno

Por Wilson Rodríguez, profesor del, Departamento de Finanzas de la EICEA, Columnista invitado. Twitter: @wilsonrogo

Wilson Rodríguez columnista EICEA, unisabana

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó el martes 15 de mayo la cifra de crecimiento de la economía en el primer trimestre del 2018. Dicho guarismo fue 2,2%. Si bien no es para celebrar, da un parte de tranquilidad y lleva al gobierno a pensar en cerrar el 2018 con un crecimiento del 3% en el producto interno bruto (PIB). Aunque, a diferencia de la primera institución, el Banco de la República aseguró que el crecimiento alcanzó el 2,8%, el presente análisis lo haremos con base en los datos publicados por el DANE.

Hay quienes miran el vaso medio lleno y comparan este crecimiento con el 1,3% del primer trimestre del 2017. Por otro lado, quienes ven el vaso medio vacío resaltan que en el mismo periodo del 2016 crecimos 3,2%. Lo cierto es que nueve de las 12 ramas crecieron y siete de ellas lo hicieron por encima del promedio de la economía

En estos primeros tres meses, el sector con mejor comportamiento fue el financiero con un crecimiento del 6,1%. En tres de los últimos cuatro trimestres ha sido la rama con mejores resultados. Sin embargo, su liderazgo genera escepticismo ya que solo representa el 1,3% de la población ocupada.

El sector agricultura —uno de los más importantes en un país con vocación agraria, donde, no obstante, el 60% de los “campesinos” no tiene tierra— se mantiene estancado con un magro crecimiento del 2%. A pesar de la euforia por la apertura de mercados a productos como el aguacate Hass, el sector enfrenta grandes retos y serias problemáticas —como demostró el Censo Nacional Agropecuario del 2014— que aún no reciben respuesta.

Tres sectores presentaron un desempeño nada alentador. Por un lado, las industrias manufactureras con un decrecimiento del 1,2%, lo que parece haberse vuelto la norma en uno de los sectores con mayor aporte en la generación de empleo: 11,6% de la población ocupada. De igual forma, la explotación de minas y canteras presentó un retroceso del 3,6%, esta es la mayor sorpresa, ya que no refleja el alivio que ha significado el aumento en los precios del petróleo.

PIB 1 trimestre 2018, fuente DANE

Vale la pena resaltar que hasta el año pasado se calculaba el PIB tomando como base el 2005. Sin embargo, por sugerencia de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), este año el DANE realizó un cambio en la metodología: pasó a tomar como año base el 2015, lo que desde ningún punto de vista puede leerse a modo de manipulación en las cifras como ya se ha expresado erróneamente en redes sociales.

Se espera que los próximos trimestres continúen mejorando, ya que enfrentamos un periodo de bajas tasas de interés, el índice de confianza del consumidor volvió a terreno positivo en abril después de 27 meses y la inflación se mantiene cerca al objetivo del Banco de la República.

Así mismo, los precios del petróleo continúan al alza, lo que implica para el Estado $350 mil millones de pesos adicionales en ingresos fiscales por cada dólar que aumenta el precio, al tiempo que promueve la inversión en el sector e impulsa las exportaciones.

A pesar de esto no hay que confiarse, el panorama internacional no es estable, en especial para las economías emergentes. Lo cierto es que el próximo presidente de Colombia tendrá que ser creativo para impulsar el crecimiento en los sectores más rezagados con recursos limitados. Sin lugar a duda, esta es una gran tarea que no solo depende de buenas intenciones.