La evaluación en tiempos de educación remota

A la hora de hablar de evaluación, es importante contar con las percepciones que los estudiantes tienen con respecto a la misma. De por sí, ésta es concebida tradicionalmente como una forma de medir el aprendizaje, asignando una calificación a ciertas respuestas. De acuerdo con la profesora Claudia Acero, del Centro Internacional de Lenguas y Culturas Extranjeras, de la Universidad de La Sabana, el reto es identificar qué tipo de aprendizaje se está dando en el curso, que la evaluación siga los mismos parámetros que se han dado en las actividades de aprendizaje, y promueva el desarrollo de la autonomía en el aprendizaje y la metacognición, es decir que el estudiante sea consciente sobre cómo está aprendiendo y en qué puede mejorar en donde la evaluación pasa a ser sumativa a formativa.   

En tiempos en que la educación virtual se ha generalizado, y siguiendo a S. M. Shashirekha, (2014), la evaluación en línea tiene ventajas que pueden ser transferidas desde lo presencial: proporciona retroalimentación inmediata a los alumnos, contiene diversa información que puede ser usada para favorecer el aprendizaje, se puede administrar de diversos modos, distintos medios y variados horarios. Las formas de evaluación son múltiples: tareas escritas, presentaciones, portafolios digitales, videos, exámenes, etc. También, provee de oportunidades similares a las que ofrece el mundo real, permite crear un banco de ítems o evaluaciones que pueden ser aplicadas en otros momentos y, finalmente, hay múltiples herramientas disponibles que permiten la creación de oportunidades de evaluación en cualquiera de sus tipos: foros, blogs, plataformas de video, herramientas 2.0, etc.  

De acuerdo con la profesora Catalina Caro, del Centro Internacional de Lenguas y Culturas Extranjeras, “la presencialidad tiene características específicas, entre éstas, la oportunidad de observar, monitorear con nuestra visión y presencia el desarrollo de los momentos de evaluación, comúnmente durante una hora o dos horas”. El aprendizaje en línea se caracteriza por ofrecer alternativas de asincronicidad, los estudiantes pueden si quieren acceder a una actividad de evaluación en el momento en el que ellos, y nosotros podemos observar los resultados y el proceso en momentos diferentes. Las herramientas tecnológicas que también pueden ser usadas en la presencialidad nos permiten cada día más migrar las prácticas de evaluación de la presencialidad a la virtualidad, y cada vez son más efectivas y útiles para, por ejemplo, analizar en conjunto los resultados y tomar decisiones sobre los mismos. 

En este tiempo de educación remota los profesores enfrentan diferentes retos, entre ellos, depender de herramientas tecnológicas que medien la evaluación, monitorear y evidenciar los desempeños de los estudiantes, determinar si las actividades que se usarán en la evaluación en verdad visibilizan lo que el estudiante ha aprendido, establecer si la información que se obtenga de la evaluación abre oportunidades de retroalimentación para mejorar el aprendizaje y definir con claridad cuáles serán los criterios de evaluación para medir justamente al estudiante.  

El Centro Internacional de Lenguas y Culturas Extranjeras iniciará el curso “Online Assessmet and Evaluation” el 23 de marzo, y estará dirigido a profesores y estudiantes de pedagogía que tengan un nivel mínimo de inglés B2. El curso le dará a conocer un buen número de prácticas de evaluación alternativas para evaluar el aprendizaje en entornos online. Le permitirá identificar tipos de técnicas de evaluación que podrían usarse en cursos en línea. Proporcionará un espacio de reflexión sobre las mejores prácticas para que implementes en tu curso en línea.