¿Cómo fortalecer la comprensión de lectura?

En promedio, los colombianos leen 5 libros al año; sin embargo, la cifra disminuye a 2,9 cuando se contempla toda la población del país (no lectores, analfabetas, etc.).

La lectura y la escritura son habilidades que permiten analizar, comprender y relacionar conocimientos adquiridos para producir nuevos contenidos; son fundamentales para nuestro proceso de aprendizaje e inciden en la vida académica, social y profesional.

De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Lectura (ENLEC), desarrollada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), los colombianos (tanto lectores como no lectores) pasaron de consumir 2.7 libros al año en el 2017 a 2.9 en el 2018, cifra que sigue siendo baja si se compara con otros países de la región, como Brasil y Argentina, donde se leen 4 y 5 libros al año, respectivamente.

Aunque el informe señala que los niños entre los cinco y 11 años leen, en promedio, 3.2 libros al año, los datos son preocupantes si se analizan los niveles de lectura y escritura en los jóvenes que cursan la educación superior. Según un estudio realizado por la Red de Lectura y Escritura en Educación Superior, liderada por la Universidad de La Sabana, el 47% de los estudiantes que cursan el primer semestre de una carrera no alcanzan el nivel medio de desempeño en las competencias de comprensión de lectura.

Frente a esta problemática, María Yaned Morales Benítez, profesora de la Maestría en Pedagogía de la Facultad de Educación, afirma que existen tres niveles de lectura: literal, inferencial y crítico-valorativo, los cuales son fundamentales para que el estudiante se guíe y desarrolle una buena comprensión de los textos.

En cuanto a la lectura literal, Morales Benítez dice: “Al observar el texto, hay que identificar títulos y subtítulos, imágenes y palabras claves para lograr una idea principal y establecer relaciones entre cada uno de estos aspectos”. Además, sugiere elaborar resúmenes, comparar las ideas del texto y jerarquizar la información.

En segundo lugar, para una lectura inferencial, es indispensable tener en cuenta el punto de vista del autor, el tema central y las ideas principales que soportan la tesis, con el fin de sacar posibles hipótesis sobre lo leído y plantear conclusiones que comparen el texto con temáticas que la persona esté trabajando.

Respecto al nivel crítico-valorativo, la profesora sugiere elaborar preguntas que cuestionen al autor y motivar a los estudiantes para que expresen sus opiniones (de acuerdo o en desacuerdo) para introducir nuevas ideas y reflexiones. “En este nivel es indispensable identificar cuál es la intención del autor. Debemos entender el mensaje que nos está mandando para refutar y contraargumentar”, señala.

Con el propósito de mejorar el aprendizaje en las aulas, Morales Benítez también hace un llamado a los profesores para que desarrollen estrategias que permitan mejorar la comprensión de lectura de sus estudiantes: “Esquemas, evaluación constante, rúbricas y rutinas de pensamiento son algunos métodos para llevar a cabo controles de lectura e identificar en qué está fallando el estudiante”, concluye.