Fortaleciendo el liderazgo escolar en América Latina

La Declaración de los Líderes es un espacio donde la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y The Dialogue Leadership for the Americas, en el marco del programa “Liderazgo para el cambio”, buscan potenciar las voces de directivos y docentes en los debates políticos sobre las competencias de liderazgo. En ese sentido, se estudiaron los hallazgos de una encuesta en la cual participaron más de 1.000 directores y docentes, de más de 18 países de la región.

Los resultados de la encuesta evidenciaron que, en el caso de América Latina, el liderazgo escolar se ha visto afectado por la pandemia del COVID-19, ya que, a raíz de esta situación impredecible, los docentes han tenido que modificar su rol en las instituciones educativas para poder mantener la continuidad del aprendizaje en sus estudiantes. De esta manera, los educadores resaltan la importancia de mantener lo que se ha logrado y envían un mensaje para construir un nuevo futuro, a partir de los aprendizajes y las experiencias obtenidos en medio de esta coyuntura tan compleja.

El fortalecimiento de las competencias de liderazgo en docentes y directores benefició no solo a estudiantes, sino también a las comunidades escolares, en su conjunto. Este tipo de situaciones inciertas logró destacar el rol como líderes escolares por parte de los docentes, sosteniendo de esta manera los procesos de enseñanza en medio de la virtualidad. Por otro lado, las voces y acciones de los profesores y directores de la región les permitieron acercarse a los estudiantes y sus comunidades.

En ese sentido, se identificaron cinco áreas claves para facilitar y promover un liderazgo efectivo:

1. Autonomía escolar: con base en la confianza y la colaboración entre roles y funciones.

2. Flexibilización curricular, innovaciones pedagógicas y didácticas, y evaluación en el aula: diseño de instrumentos de evaluación diagnóstica y formativa pertinente, contextualizada y accesible.

3.Competencias digitales: manejo ético de la información en el proceso de formación de docentes y directivos. reconocer las fortalezas de

4. Liderazgo horizontal: todos los actores, como docentes, directores, padres de familia y estudiantes.

5. Habilidades socioemocionales: red de apoyo con entornos seguros y de contención.

A partir de la investigación realizada, se reconoció que el liderazgo está en “blanco y negro”, por lo cual surge la necesidad de implementar cambios estructurales en el sistema educativo, a partir de una transformación legislativa. Por tal motivo, se generó una serie de recomendaciones que responden a los diferentes contextos, de manera flexible y trascendente, para que además, con el apoyo de las comunidades escolares, la sociedad civil, las empresas y las ONG, se logren implementar demanera armónica. Las sugerencias son:

-Ampliar la autonomía escolar para responder a las diversas demandas de la pandemia.

-Desarrollar un plan de evaluación y flexibilización curricular, que se implemente a nivel local.

-Priorizar la certificación y capacitación de competencias digitales docentes.

-Priorizar el bienestar socioemocional de los docentes.

-Articular esfuerzos para maximizar los recursos generados para los docentes.

El decano de la Facultad de Educación, Javier Bermúdez Aponte, reconoce que priorizar el bienestar socioemocional de los docentes, a partir de las competencias de liderazgo, genera la esperanza de que sus logros formalicen buenas prácticas en el entorno. Asimismo, es importante porque implica procesos de aprendizaje y, el impacto que tiene en la comunidad escolar, conlleva al relacionamiento, el cuidado y la integración.

Desde la Facultad de Educación, se reconocen estos espacios enriquecedores para implementar su contenido en nuestro quehacer diario y, sobre todo, para fomentarlo y promoverlo desde cada ambiente en donde nos encontremos.