La investigación Empowering teacher leadership: a cross-country study, realizada por las profesoras Clelia Pineda Báez (Universidad de La Sabana) y Cheryl Bauman y Dorothy Andrews (University of Southern Queensland, Australia), buscó comprender las prácticas que desarrollan los profesores de instituciones educativas públicas en tres contextos (Australia, Canadá y Colombia) para identificar atributos del liderazgo docente.

En los tres países, los profesores participantes se caracterizaron por su alto nivel de autonomía y capacidad de emprendimiento para implementar cambios en sus comunidades. Para la profesora Clelia, la importancia del estudio radica en que se modifica la noción del liderazgo que se adopta tradicionalmente en el contexto educativo. “Cuando hablamos de liderazgo tendemos a pensar en el directivo docente, pero hay profesores que con sus acciones son capaces de movilizar a otros para hacer transformaciones de fondo en sus contextos”, dice.

En Colombia, los profesores adoptaron roles informales de liderazgo y se caracterizaron por su voluntad, entusiasmo, perseverancia, creatividad, recursividad y capacidad para involucrar a otros con el fin de afrontar problemáticas en áreas altamente vulnerables.

En Canadá y Australia, el apoyo de los rectores fue fundamental para fomentar el liderazgo docente. “Es necesario incluir a los profesores en la toma de decisiones y promover un trato respetuoso para desarrollar niveles de confianza que favorezcan la innovación en las prácticas educativas”, afirman las autoras. El estudio indica que, para potenciar el liderazgo docente, es necesario establecer un relacionamiento más horizontal entre directivos y profesores.

La investigación concluyó que para ser un docente líder se requieren cinco aspectos fundamentales:

1. Actuar con un propósito moral.

2. Colaborar y trabajar de modo colectivo.

3. Propender a acciones encaminadas a la transformación de lo que se hace tradicionalmente en el contexto escolar.

4. Utilizar y potenciar las capacidades y los talentos de los pares en la institución educativa.

5. Generar relaciones de confianza y apoyo con los directivos y el personal administrativo.