La inteligencia artificial permea cada vez la vida de las personas en todo el mundo en diversos ámbitos. Un dispositivo común como un teléfono inteligente cuenta con múltiples aplicaciones de esta tecnología tales como asistente de voz, análisis de datos, optimización de rutas en desplazamientos y modificación de fotografías con efectos futuristas, entre otros. De acuerdo con Maria Isabel Magaña, profesora de la Maestría en Periodismo y Comunicación Digital, aunque las bondades de la tecnología en su mayoría se utilizan para facilitar la vida de las personas, sus alcances pueden llegar a tener efectos adversos.

En diciembre de 2021, medios internacionales de todo el mundo registraron el insólito caso ocurrido a una niña de 10 luego de que pidiera a Alexa, asistente virtual desarrollado por Amazon, un reto para realizar. La respuesta del dispostivo que basa sus funcionalidades en la inteligencia artificial fue sorprendente: conectar el cargador de un teléfono a la mitad y luego poner en contacto una moneda con los bordes expuestos del conector. El hecho fue denunciado por Kristin Livdahl en Twitter. 

Deepfake

El deepfake es una sofisticada herramienta que “permite recrear con bastante realismo el rostro de una persona, sus movimientos, gesticulaciones, rasgos corporales e incluso una voz específica. Algunos de sus usos más comunes se han dado con celebridades o personalidades políticas", aseguró Magaña. 

Javier Valdez Cárdenas, periodista y escritor asesinado en Sinaloa, México en 2017, "revivió" en 2020 con un impresionante video creado con tecnología deepfake en el cual reclama a las autoridades celeridad en las investigaciones sobre comunicadores desplazados, desaparecidos y asesinados. El video, que fue creado por una organización no gubernamental llamada Propuesta Cívica, utilizó un sofisticado software desarrollado en Rusia para recrear los gestos y movimientos del periodista, lo que a simple vista lo hace parecer un video real. Esto tipo de tecnología y su utiización pone sobre la mesa la relación que pueda llegar a tener el periodismo con el contenido deepfake. 

De acuerdo con Víctor García, director del Doctorado en Comunicación y profesor de la Maestría en Periodismo y Comunicación Digital, tanto el deepfake como otras aplicaciones basadas en inteligencia artificial van ligadas a una serie de problemáticas que el periodismo y la comunicación digital pueden llegar a mitigar: “Hay que tener en cuenta que sin saber las intenciones de los creadores, esta tecnología tergiversa el contexto y es por esto que los periodistas deben estar alerta y entrenados en el entendimiento de estos recursos, teniendo en cuenta la difusión de noticias falsas en redes sociales”. Sin embargo, García reconoce que el uso de herramientas de realidad virtual en el periodismo aumenta la empatía de las personas con respecto a un hecho.

Aunque la creación de un contenido deepfake ultra realista no es sencilla e implica tiempo y altos costos, la precaria alfabetización digital en paralelo a la creación de nuevos softwares, dificulta aún más diferenciar entre contenidos reales y montajes, lo que supone un alto riesgo en ámbitos como la política. “Desde cualquier espacio de comunicación si pensamos en crear herramientas basadas en inteligencia artificial debemos procurar que sean justas, transparentes, empáticas y que cuenten con vigilancia permanente”, aseguró Magaña en una conferencia durante el lanzamiento del convenio de doble titulación entre la Universidad de Nebrija y la Universidad de La Sabana con la Maestría en Periodismo y Comunicación Digital. 

11/3/2022