Las claves del éxito de la innovación educativa

La cuarta revolución industrial o industria 4.0, ha expuesto el concepto de la innovación en diversos ámbitos académicos, corporativos y educativos de todo el mundo. “Hablando de innovación educativa a nivel global se puede decir que el sistema educativo como tal, en su esencia, es muy tradicional y no se ha transformado igual a como ha cambiado el mundo. Esta brecha se siente más en países en vía de desarrollo, donde los sistemas educativos tienen varios años de atraso”, aseguró Andrés Chiappe, profesor del Centro de Tecnologías para la Academia y quien ha investigado el tema por más de una década.

De acuerdo con el experto, las empresas en Latinoamérica están identificando la importancia de desarrollar, por ejemplo, procesos de formación de talento humano de forma diferente, eficiente y efectiva. Y es que para trabajar innovación educativa es necesario tener un problema por solucionar, un proceso para mejorar o un producto educativo para transformar: “los campos de acción en Colombia son muy amplios pues el contexto se presta para abordar problemáticas de todo tipo, no solamente en el ámbito educativo sino en el corporativo”, agregó Chiappe.

Según el investigador, en el caso colombiano, Antioquia es la región del país que más ha desarrollado una cultura empresarial de innovación porque sus empresarios han comprendido la importancia de estos procesos para sus propias organizaciones en diversos ámbitos. Sin embargo, hay un gran reto a nivel del sector público por la gran estandarización de sus estructuras operativas, queriendo promover la formación de todos los ciudadanos por igual, con las mismas competencias; no se tiene en cuenta que esto va en contravía de los principios de la innovación, pues cada persona tiene diferentes talentos, expectativas y opiniones, y es de allí donde pueden llegar a surgir los retos educativos por resolver.

Los elementos que garantizan el éxito en los procesos de innovación educativa pueden llegar a ser igual de variados que el desarrollo de los proyectos. Sin embargo, Frida Díaz Barriga, doctora en Pedagogía de la UNAM de México y profesora de la Maestría en Innovación Educativa mediada por TIC del CTA, señala que se deben tener tres elementos en cuenta: conocer los estudiantes, formarse continuamente y trabajar en equipo.

“La innovación educativa es la puesta en práctica del mejoramiento continuo y la búsqueda permanente de hacer las cosas diferentes, de mejor manera. Aporta, además, al crecimiento económico, la sana convivencia de las personas y al desarrollo familiar, es decir, a los pilares de la sociedad moderna”, agregó Chiappe

A estas recomendaciones, Andrés Chiappe agrega:

1. Creerse el cuento de que la innovación vale la pena. Es rentable, transformadora y trae grandes beneficios de tipo económico, social y urbano a las instituciones involucradas.

2. Es necesaria la apertura mental, la capacidad de liberarse de los hábitos e ideas preconcebidas sobre las cosas para dar oportunidad a pensamientos nuevos; además, se requiere preparación metodológica y técnica sobre la temática del proyecto.

3. Contar con buen equipo pues los procesos de innovación nunca se dan de forma individual. Se necesitan ideas distintas de una misma situación y trabajo colaborativo.

4. Es fundamental contar con un respaldo institucional en cuanto a la confianza dada al proceso y a los resultados derivados de este; la innovación educativa es incierta y no hay garantía de resultados. Se sabe el comienzo pero no el final de los procesos.